Fin del Ingreso Mínimo Vital para mayores de 65 años: estas son las razones de la Seguridad Social
La Seguridad Social ha endurecido las condiciones para asegurar que solo quienes cumplen con los requisitos mantengan el derecho a esta ayuda
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) es una de las medidas estrellas que el Gobierno de España sacó en el año 2020. Aunque su objetivo inicial era mitigar la crisis económica sufrida por el Covid-19, permaneció año tras año al considerarse una de las ayudas estrella del SEPE.
El objetivo de la ayuda es garantizar un nivel mínimo de ingresos a las personas y familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad económica. Su objetivo es reducir la pobreza extrema y mejorar las condiciones de vida de aquellos hogares que no alcanzan unos ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas.
Este apoyo se otorga en función de los ingresos y la situación familiar. Pueden solicitarlos las personas de más de 23 años y se ajusta en base al número de miembros de la familia, las circunstancias personales y otras ayudas que puedan estar recibiendo. No obstante, tras las últimas modificaciones, puede que los mayores de 65 años dejen de recibirlo sin justificación.
Se acaba el Ingreso Mínimo Vital para mayores de 65 años
Aunque los mayores de 65 años suelen cobrar la pensión de jubilación, existen personas que, por su situación laboral, no han logrado alcanzar el mínimo de años cotizados para cobrar algunas de las prestaciones contributivas. Para estos casos, la Seguridad Social cuenta con pensiones no contributivas de 517 euros al mes.
Para aquellos que lo reciben, en los últimos meses se han cancelado muchos sin aviso. Esto se debe a que no cumplen con los requisitos económicos establecidos por la Seguridad Social. Para mantener esta ayuda, los beneficios no pueden superar el límite de patrimonio, que en el próximo año se ha fijado en 20.353,62 euros para quienes vivan solos.
Además, todos los usuarios que reciben el Ingreso Mínimo Vital están obligados a informar a la Seguridad Social sobre cualquier cambio en su situación económica o familiar. Estos cambios se notifican presentando la declaración de la Renta, obligatorio para los mayores de 65 años.
Cuando nos trasladamos al extranjero por un período superior al permitido, esta prestación podría perderse. No obstante, si regresa a España y sigue cumpliendo con los requisitos económicos, tiene la posibilidad de solicitar nuevamente la ayuda, aunque deberá pasar de nuevo por todo el proceso de verificación y aprobación.
La suspensión del Ingreso Mínimo Vital puede ser temporal. Sin embargo, existen situaciones en las que la extinción es definitiva, como el no presentar la declaración de rentas durante dos años consecutivos o no notificar cambios significativos en el patrimonio, lo que podría ser considerado un intento de fraude.