Fedea y los economistas cuestionan que pueda cumplirse con el déficit sin medidas adicionales
Durante un coloquio sobre política presupuestaria, expertos de Fedea y del Consejo General de Economistas han reclamado planes de consolidación para cuadrar las cuentas públicas
¿Es factible que el déficit público alcance el 3% del producto interior bruto (PIB) en 2024 solo con la tendencia inercial de la economía, como estima el Ejecutivo? Expertos de Fedea y del Consejo General de Economistas dudan de ello, sin que se tomen medidas adicionales como una reforma fiscal en condiciones que consolide los ingresos o sin que se revise el gasto público.
En una jornada titulada ‘Presupuestos, deuda, déficit y consecuencias’, ambas organizaciones han reclamado la puesta en marcha de un plan de consolidación urgente que embride las cuentas públicas, cerrando la brecha entre ingresos y gastos públicos y que permitiría reducir la ratio de deuda pública sobre el PIB, que seguirá en los próximos años por encima del 100%.
El Plan Presupuestario que el Gobierno en funciones envió a Bruselas contemplaba que este mismo año se alcanzaría el objetivo de un déficit del 3%, cumpliendo con lo establecido en los tratados europeos y que impediría la apertura de un Procedimiento de Déficit Excesivo, toda vez que en 2024 se han reactivado las reglas fiscales para evitar que se descontrole el gasto público. Y se hacía en un escenario de políticas constantes, contando con que las ayudas contra la inflación que acababan el 31 de diciembre no eran prorrogadas.
Esto no ha sucedido y ahora la pregunta es pertinente. Para el catedrático de la Universidad de Valencia y uno de los investigadores de Fedea, José Emilio Boscá, «un ajuste de ingresos es posible, no del todo deseable». «Si fuera la vía elegida, lo deseable sería con una reforma fiscal en profundidad», ha argumentado, señalando que las últimas modificaciones tributarias que se han practicado por el Ejecutivo han sido «parches», como la imposición de dos gravámenes extraordinarios a la banca y a las energéticas que se van a consolidar en el sistema tributario. «Esto puede generar incertidumbre a las empresas», ha señalado.
Por su parte, Salvador Guillermo, director de Estudios y Economía de Foment del Treball Nacional y consejero del Consejo Superior de Estadística del INE en representación del CGE, ha subrayado que el margen es casi inexistente, siendo necesario corregir la nula aportación de la economía sumergida. «No hay que hablar de recortes, sino de menor crecimiento del gasto en determinadas partidas. (…) Un funcionario de Muface con 30 años de cotización se puede jubilar con el 100% a los 60 años», ha ejemplificado, cuestionando que esto sea razonable.
En la apertura del evento, el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, ha puesto sobre la mesa la necesidad de un «plan ambicioso de consolidación fiscal» que equilibre las cuentas públicas. «Por el lado del ingreso, sería necesaria una reforma fiscal bien pensada que se centre en la ampliación de las bases tributarias, eliminando ‘agujeros’ como los tipos reducidos del IVA y el sistema de módulos, y en la fiscalidad medioambiental, con especial atención a la que grava las emisiones de carbono. Por el lado del gasto, resulta fundamental revisar el sistema de pensiones con el fin de limitar el crecimiento de estas prestaciones, que amenaza con dejarnos con muy poco margen fiscal para afrontar otras prioridades».