Fedea alerta sobre no lograr el déficit del 3% debido al aumento del gasto en medidas anticrisis
La Fundación destaca el impacto desincentivador de subvenciones a combustibles y electricidad, advirtiendo que la conversión permanente de gravámenes sectoriales podría complicar aún más el panorama fiscal
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) advirtió este jueves del riesgo de incumplimiento del objetivo del Gobierno de déficit del 3% en 2024 por el incremento del gasto derivado del mantenimiento de distintas medidas anticrisis.
En su último boletín sobre la situación económica, Fedea señala que las subvenciones directas o implícitas a los combustibles y a la electricidad desincentivan el necesario ahorro energético, mientras que las ayudas que se aplican de forma universal, en lugar de limitarse a los colectivos que realmente las necesitan, generan un elevado peso muerto y elevan innecesariamente el gasto.
«En el contexto actual de reactivación de las reglas fiscales, el previsible incremento del gasto neto debido a estas decisiones puede complicar el cumplimiento del objetivo de déficit del 3%, que de acuerdo con las previsiones del Gobierno en los recientes Plan Presupuestario y Plan de Reequilibrio, se cumpliría por los pelos en 2024 suponiendo la retirada inmediata y completa de estas medidas (con la excepción de las ayudas al transporte)», señala el informe.
En esta línea, Fedea añade a tener en cuenta «los compromisos de gasto adicional adquiridos en los recientes pactos de investidura y los que podrían derivarse de la negociación de los presupuestos de 2024 en la complicada situación política actual».
Para la fundación, resulta también «llamativa» la decisión de convertir en permanentes los gravámenes sobre la banca y las energéticas, cuya introducción con carácter temporal se había justificado apelando a la existencia de beneficios extraordinarios en estos sectores.
«Su conversión en exacciones permanentes, con independencia del nivel de beneficios, supone admitir que estamos en realidad ante multas ad hoc a determinados sectores, en vez de ante impuestos en el sentido habitual del término, pues estos deberían gravar la capacidad económica de acuerdo con reglas uniformes para todos», agregan los autores del estudio.
Balance de 2023
En este boletín, el ‘think tank’ repasa la evolución económica del país durante 2023 con datos de cierre de algunos indicadores como el empleo, los precios y las finanzas públicas, comparándolos con la del mismo período de los últimos ejercicios comenzando en 2019, el último año antes de la pandemia.
Asegura que, tanto a nivel nacional como europeo, 2023 ha sido un año de clara desaceleración tras el agotamiento del fuerte rebote que siguió a la crisis del Covid y en parte como resultado del endurecimiento de la política monetaria para combatir el repunte de la inflación desencadenado por la invasión de Ucrania, y en este escenario, Fedea concluye que «la economía española se ha comportado bastante mejor de lo esperado».
Cree que unos factores importantes para este buen desempeño han sido la favorable evolución de los precios energéticos, y «el responsable comportamiento de los agentes sociales, plasmado entre otras cosas en el acuerdo marco para la negociación colectiva, que apuesta por subidas salariales moderadas durante los próximos tres años».
Sobre el empleo en España, Fedea subraya que la evolución «ha sido también mejor de la esperada, aunque una lectura cuidadosa de los indicadores disponibles y las limitaciones de los datos existentes, especialmente sobre los trabajadores con contratos fijos discontinuos, apuntan a la necesidad de una cierta prudencia».
En términos de inflación, España «ha convergido al promedio europeo en los últimos meses tras mantener registros mejores que la media durante algo más de un año», y la moderación de los precios «ha generado expectativas de un cambio de ciclo en la política monetaria que ha permitido la estabilización de los tipos de interés en la segunda mitad del año e incluso un modesto giro a la baja en su parte final».