Fedea advierte de una «ralentización» en los fondos europeos y critica la falta de información
El 'think-tank' cuestiona también el cambio de los peajes por la promoción del transporte por ferrocarril: "La lógica no se entiende bien"
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha constatado una «ralentización» en el ritmo de ejecución de los fondos europeos Next Generation EU durante la primera mitad de 2023, a la vez que critica la falta de información al respecto del uso de las transferencias millonarias procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR).
En un artículo publicado este lunes y elaborado por su director, Ángel de la Fuente, el ‘think-tank’ cuestiona que en dos años desde la puesta en marcha del Plan de Recuperación no se haya centralizado y sistematizado una base de datos con respecto a su ejecución. «La Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) debería sistematizar y publicar la información existente sobre la ejecución definitiva de los fondos del MRR por parte del conjunto de las administraciones implicadas y del resto de entidades públicas implicadas en su gestión, incluyendo en sus informes los pagos realizados en ejercicios posteriores a los de origen de las obligaciones reconocidas, así como indicadores físicos que ayuden hacerse una idea del ritmo de avance y resultados de las principales líneas de actuación», abunda el documento.
La información es «muy escasa», «muy limitada» y «parca», dice el documento, en tanto que la mayor parte de los organismos implicados -comunidades autónomas, municipios o entidades públicas que también canalizan este ‘maná europeo’- no tienen datos de cómo están licitando y gastando los fondos que les transfiere el Ejecutivo central. Los datos que ofrece el Estado, a través de Hacienda, solo indican que los fondos «han iniciado el viaje hasta su destino final», pero no indican si efectivamente han llegado al tejido productivo.
Sobre el ritmo, Fedea constata una «tasa de arranque» de entorno al 21% trimestral, «lo que en principio sería holgadamente consistente con la puesta en marcha completa del Plan original en 2023 de acuerdo con el calendario previsto». Es decir, con la primera pata del Plan de Recuperación con 60.000 millones en transferencias a fondo perdido. Sin embargo, De la Fuente señala que se detecta «una clara ralentización en la puesta en marcha de nuevas actuaciones durante lo que va de ejercicio», es decir, ya antes de que el Ejecutivo entrara en funciones tras la convocatoria electoral del 23 de julio.
Esta ralentización podría comprometer no solo la ejecución de lo comprometido hasta 2023, «sino el límite del tercer trimestre de 2026 para el despliegue del Plan y la Adenda que impone la normativa básica de NGEU». La Adenda contempla una inyección adicional de 90.000 millones de euros que eleva la inversión total del Plan de Recuperación hasta los 163.000 millones de euros, entre transferencias y préstamos blandos.
Además, Fedea señala que existe un importante «retardo» entre las entregas del Gobierno central a las Comunidades Autónomas y su efectiva llegada a la economía. Ese decalaje implica que solo se han convocado y licitado en torno al 40% de las transferencias acumuladas.
En cuanto al contenido de la Adenda acordada con la Comisión Europea, el mayor cuestionamiento viene por parte de la retirada de la previsión de peajes en autovías, algo que se apunta como negativo. Sin embargo, sí se señala que «la lógica no se entiende bien» al sustituir este mecanismo de pago por uso por planes de promoción del transporte ferroviario.