Fainé sentenció a Gual antes de cocinar la fusión Caixabank-Bankia
Jordi Gual será el gran perjudicado de la fusión de Caixabank y Bankia tras algunas decisiones que le distanciaron de Isidro Fainé
La fusión de Caixabank y Bankia dejará una sorprendente víctima: Jordi Gual. El todavía presidente de la entidad catalana aparece en todas las quinielas como el defenestrado de la operación, pues con toda probabilidad perderá su sillón si la unión se fragua con éxito. La noticia, sin embargo, no ha sorprendido tanto en las torres negras, donde algunas fuentes apuntan a que Gual había perdido muchos puntos en el ranking de Isidro Fainé, el presidente de La Caixa que le puso y, ahora, le quitará.
Fainé sentenció a Gual ya antes de cocinar la fusión con Bankia. Si este viernes existían dudas acerca de si la salida del directivo catalán de Caixabank es un daño colateral de la operación, por la que José Ignacio Goirigolzarri, presidente de la entidad valenciano-madrileña, conservaría el puesto, o bien si se debía a desavenencias con Fainé, la realidad se aproxima más a esta segunda hipótesis pese a que tiene de ambas.
Si se cierra con éxito la unión de estas dos antiguas cajas, la Fundación Bancaria La Caixa tendrá, a través de Criteria, aproximadamente el 30% de la entidad resultante, mientras que el Estado conservará un 15%. Por tanto, el control seguirá estando en los despachos de la Diagonal de Barcelona, en concreto en el de Fainé, pese a tener la sede social en Valencia.
La salida de Gual de la presidencia de Caixabank no sorprende en el grupo; su relación con Fainé se ha deteriorado
Por ello, el consejero delegado de la entidad seguiría siendo Gonzalo Gortázar, ejecutivo de la máxima confianza del presidente de Criteria. La duda sobre quién sería el presidente duró poco: el elegido es Goirigolzarri, presidente de Bankia, aunque con un papel eminentemente institucional, por lo que la gestión seguirá estando en manos de un hombre de La Caixa.
El último episodio de La Plaza analiza la fusión de Caixabank y Bankia
Indagando sobre si este reparto forma parte de un pacto o no, parece ser que es una decisión del propio Fainé. Las fuentes consultadas aseguran que tiene muy buena relación con el directivo vasco, exconsejero delegado de BBVA, al que tiene en gran valor como gestor y considera un perfil institucional más que adecuado. Goirigolzarri fue nombrado presidente de Bankia tras la salida de Rodrigo Rato por el gobierno de Mariano Rajoy y ha mantenido el puesto con Pedro Sánchez incluso tras el pacto con Unidas Podemos.
José Ignacio Goirigolzarri (en la imagen) e Isidro Fainé coincidieron el lunes 31 de agosto en Casa América. EFE
También hay algo de equilibrismo en la decisión de Fainé, pues así da la sensación de no querer acaparar todos los cargos. Pero lo cierto es que los valores que ve en Goirigolzarri para presidir el que será el mayor banco de España no los ve ya en Jordi Gual, a quien en 2016 consideró el hombre perfecto para colocar en la presidencia de Caixabank. Siempre rindiendo cuentas, claro está, al mandamás del grupo, y eso parece que fue lo que no terminó de entender el ejecutivo ilerdense.
Fuentes cercanas a Fainé apuntan a que algunas actuaciones y decisiones de Gual han generado discrepancias entre ambos, que se remontan a hace muchos meses, más de un año. No han querido entrar en hechos concretos pero sí aseguran que, para el presidente de La Caixa, el de Caixabank se había vuelto demasiado intervencionista en el día a día del banco, algo para lo que Fainé confía ciegamente en Gortázar. También acusan a Gual de tomar decisiones extrañas sin consensuarlas con el consejo y los accionistas –entiéndase como el máximo accionista, Criteria– ni dar explicaciones.
Recuerdan, además, las desavenencias que tuvieron tras el referéndum del 1 de octubre de 2017 en Cataluña, cuando Caixabank, junto con todo el grupo La Caixa y miles de empresas catalanas más, decidió cambiar la sede a otra comunidad autónoma. El presidente del banco se atrevió a cuestionar una decisión que Fainé pactó con el Gobierno. La otra persona del entorno del presidente de La Caixa que mostró sus reservas, Jaume Giró, está fuera del grupo.
Gual será recolocado en el grupo La Caixa
Las fuentes consultadas explican que todo ello fue distanciando a Fainé y Gual pero diferencian estas discrepancias del divorcio que sí tuvo el mandamás de La Caixa con Joan María Nin, exconsejero delegado del banco, y el propio Giró. Nin conspiró a sus espaldas, o así lo entendió él, y por ello fue repudiados y totalmente defenestrados del grupo.
Juan Rosell, expresidente de la CEOE, también se la jugó cuando se postuló como posible presidente de Gas Natural –cargo que quería, y que se quedó aunque brevemente, el propio Fainé– y por ello le echó del consejo de la energética aunque le colocó en Vidacaixa. La traición no era tan grave, por ello le buscó un hueco.
Esta es la salida más probable para Jordi Gual. Fainé ha perdido confianza en él pero no se siente traicionado, por lo que todo apunta que no tomará la puerta de salida sino que será recolocado en algún consejo de administración del grupo o de alguna de sus participadas, si bien la decisión todavía no ha trascendido.
La futura Caixabank + Bankia
La futura Caixabank con Bankia que diseña Fainé no cuenta con Gual pero sí con la estructura directiva del banco con sede en Valencia. El directivo catalán ha cocinado la operación en las últimas semanas con el beneplácito de la vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño y del propio presidente español, más que directamente con Bankia.
La fusión está en la fase de due dilingence y quedan muchas cosas por decidir, como el nombre y la ecuación de cambio de acciones, que determinará qué porcentaje del mayor banco de España conserva el Estado a través del FROB. Pero aunque quede mucho camino por recorrer, si Fainé ha dado este paso y tiene apoyo político, será difícil que no se lleve a término por mucho que se oponga Podemos.