Una experta de Elcano cuestiona el relato sobre la migración: «Falta una reflexión sobre la relación con el modelo económico»

La investigadora Carmen González Enríquez considera que no se están abordando aspectos cómo las altas tasas de paro de la población inmigrante, sus bajos salarios o las afectaciones que estos tendrán a largo plazo en el sistema de pensiones

Varios migrantes desembarcan de un cayuco, en El Hierro, Canarias. Foto: Antonio Sempere / Europa Press

Varios migrantes desembarcan de un cayuco, en El Hierro, Canarias. Foto: Antonio Sempere / Europa Press

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El debate sobre la migración está a la orden del día. La recién gira africana del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se suma a la polémica por el reparto entre comunidades autónomas para acoger migrantes menores llegados a las Canarias, que tuvo como primera y más visible consecuencia la salida de Vox de las regiones que gobernaba junto al Partido Popular.

Sin embargo, más allá de las polémicas políticas y de las consecuencias sociales del fenómeno, la migración tiene un fuerte impacto en la economía del país. Sobre este aspecto, la investigadora del Real Instituto Elcano y directora de las áreas de Opinión Pública y de Migraciones, Carmen González Enríquez, considera que «falta reflexión», y pone sobre la mesa datos que cuestionan el modelo actual.

Según González, desde principios de este siglo se ha producido una «liberalización táctica de la inmigración» por parte de los sucesivos gobiernos españoles, del color que fuesen. De ahí se ha pasado a un fuerte aumento de la población inmigrante, sin que, afirma, se haya afrontado un debate en profundidad en España sobre esta cuestión.

Más allá de las polémicas políticas y de las consecuencias sociales, la migración tiene un fuerte impacto en la economía

Por ejemplo, la experta considera que no se ha abordado qué tipo de inmigración se debería atraer, cómo afrontar los problemas relacionados con la alta tasa de abandono escolar de las segundas generaciones de inmigrantes, el impacto en el sistema sanitario, cómo afecta al sistema de pensiones un crecimiento del empleo basado en bajos salarios o los problemas políticos que puede causar el aumento de la desigualdad y la pobreza.

Crecimiento de la población inmigrante

La población inmigrante supone el 18% del total. En apenas 25 años, relata González, España ha pasado de ser un país sin inmigrantes a uno de los de más alta inmigración de la Unión Europea. Actualmente, el país tiene niveles de población inmigrante semejantes a Alemania o Bélgica, y superiores a Dinamarca, los Países Bajos, Francia o Italia.

El peso de esta población es mucho mayor entre la población en edad activa: por cada 100 españoles –nacidos en España– de entre 15 y 49 años, hay 38 inmigrantes en ese grupo de edad. Una cifra que la experta de Elcano recalca que en otros estudios es menor porque no identifican como inmigrantes –que por definición son personas que viven en un país diferente al que han nacido– a los que tienen la nacionalidad española.

Y añade que a buena parte de los inmigrantes latinoamericanos, que son el grueso de la inmigración en España, les resulta fácil acceder a la nacionalidad. Según el Instituto Nacional de Estadística, hay 2,5 millones de personas nacidas en el extranjero que residen en España y tienen nacionalidad española.

Aumenta la brecha del PIB per cápita entre España y la UE

Pese al mayor peso de la población extranjera en comparación con el resto de Europa, González apunta a otro dato: entre 2000 y 2022 la distancia entre el PIB per cápita español y el del resto de los países occidentales de la UE-15 ha aumentado. Y la causa, subraya, es la baja productividad de la economía española.

La mayor parte de la inmigración que recibe España tiene, como media, un nivel bajo o medio de cualificación, y ha encontrado ocupación básicamente en el sector de los servicios, con porcentajes menores ocupados en la construcción y la agricultura. Su participación en la industria, el sector económico más productivo, o en los servicios de mayor cualificación –como banca o investigación–, explica la experta, es muy pequeña.

En conjunto, esta abundante oferta de población de calificación media-baja incentiva la inversión en servicios de bajo valor añadido, que afecta profundamente a la productividad española. Y produce que los inmigrantes, dice González, en estos sectores menos productivos, tengan peores condiciones laborales y salarios más bajaos.

Algunos datos: según el informe sobre la Integración de la Población Extranjera en el Mercado Laboral Español, los ingresos salariales medios de los extranjeros procedentes de América son un 37% más bajos que los de los españoles, un 34% en el caso de los africanos y un 17% en el de los europeos. En el caso de las mujeres extranjeras, las diferencias son mayores.

Asimismo, la experta de Elcano alerta que el nivel medio y bajo de la cualificación dela inmigración española «tiene una peligrosa tendencia a cronificarse«, debido a los resultados académicos de las segundas generaciones, que tienen altas tasas de abandono escolar en comparación con los autóctonos –un 33% frente al 16%.

Migración en Barcelona.
Varias personas caminan cargadas por una calle de Barcelona. Foto: David Zorrakino / Europa Press

En este sentido, considera que España no ha invertido lo suficiente en reforzar la educación primaria para contrarrestar la desigualdad de base con la que parten muchos de los hijos de los inmigrantes. Un hecho que se acaba traduciendo en un «menor éxito educativo», que «amenaza» la integración laboral y social de esta población.

Alto paro entre la población inmigrante

Además de los salarios inferiores, la población extranjera que reside en España tiene mayor tasas de paro que los autóctonos. Con datos de la Encuesta de Población Activa, la tasa de desempleo para los inmigrantes varones extracomunitarios es del 15%, frente a un 10% para los españoles. De nuevo, en el caso de las mujeres las diferencias son mucho mayores: tasas de paro del 22% para las extracomunitarias, 12% para las españolas.

Una suma de factores que, resume González, se traduce en un mayor riesgo de pobreza o incluso de «privación material». Según la Encuesta de Condiciones de Vida, el 53% de los extranjeros de países de fuera de la Unión Europea se encontraban en riesgo de pobreza en 2022, frente al 16% de los españoles. La diferencia era mucho más elevada en situaciones de «privación material», como poder afrontar gastos imprevistos, no poder irse de vacaciones al menos una semana al año o tener retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal.

La experta concluye que el foco tendría que ponerse en la inmigración que llega con visado de turista o estudiante

No obstante, la experta expone otra consideración que parece contradictoria. Aunque las tasas de paro son elevadas entre los inmigrantes, la inmensa mayoría de los nuevos empleos creados en el sector privado –entre un 70 y un 89% en España, un 100% en Cataluña– están siendo ocupados por inmigrantes. Esto se debe, apunta, al elevado número de entradas anuales de nuevos inmigrantes.

Debate «secuestrado» por cuestiones laterales

Todas estas cuestiones económicas y sus derivadas sociales son las que, según González, habría que abordar en el debate sobre la migración, en lugar de centrarse en «cuestiones laterales», en un «debate secuestrado», centrado en todo lo relacionado con la inmigración irregular.

Por ello, la experta de Elcano concluye que el foco tendría que ponerse en la inmigración que llega a España con visado de turista o estudiante, o incluso sin necesidad de visado, pues es «más relevante en términos de volumen y de impacto a largo plazo» sobre la sociedad y la economía del país.

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Aroa Tort López

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