Europa aprueba una nueva regulación para reducir los gases invernaderos en edificios
La normativa promueve la eficiencia energética y la transición hacia energías renovables en hogares y espacios públicos
La Unión Europea ha dado un paso hacia la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con la aprobación de una nueva Directiva sobre eficiencia energética en edificios. Esta normativa, que abarca más allá de las calderas de gas, tiene como objetivo principal la reducción de las emisiones contaminantes provenientes de los edificios y promueve medidas concretas para alcanzar este fin.
Uno de los puntos más destacados de esta Directiva es la gradual sustitución de combustibles fósiles por energías renovables en viviendas y espacios públicos. Con la meta de alcanzar la «neutralidad climática» para el año 2050, se establecen objetivos, como la reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
La renovación de edificios se convierte en una prioridad con la estrategia de Renovation Wave, que busca duplicar la tasa de renovación energética para 2030, disminuyendo así el consumo de energía. Además, se fomenta el uso de energías renovables, especialmente a través de sistemas fotovoltaicos, con el fin de reducir la dependencia energética.
La normativa también establece requisitos mínimos de eficiencia energética para los edificios, con el objetivo de garantizar un equilibrio óptimo entre inversiones y ahorros energéticos. Se promueven los certificados de eficiencia energética como herramienta para evaluar las mejoras realizadas en los edificios.
Para asegurar una transición justa, se implementan medidas de protección para los hogares vulnerables, evitando subidas desproporcionadas en los costos de alquiler después de una renovación energética. Asimismo, se prohíben las subvenciones para la instalación de calderas de gas a partir de 2025, incentivando en su lugar instalaciones híbridas que combinen energía renovable.
Otras medidas incluyen la promoción de la recuperación de calor en la producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) y la creación de infraestructuras para la movilidad sostenible, como puntos de recarga para vehículos eléctricos y espacios para estacionamiento de bicicletas en edificios no residenciales. Los Estados miembros deberán simplificar y acelerar los procedimientos para la instalación de estos puntos de recarga, eliminando barreras regulatorias y administrativas.