España y Portugal, grandes posicionados para sacar tajada del mercado de hidrógeno verde alemán
Las dos economías ibéricas están en disposición de proveer hasta un 10% de las importaciones de hidrógeno verde que necesita Alemania
El estudio señala las reticencias de Francia a cofinanciar la infraestructura desde la Península Ibérica
Alemania podría responder a más del 10% de sus necesidades estimadas de energía para 2035 mediante la importación a través de ductos de hasta 100 teravatios hora (Twh) de hidrógeno verde, de los que casi la tercera parte procederían de España y Portugal, según las proyecciones contempladas en un estudio publicado por el ‘think tank’ alemán Agora Energiewende.
Según las estimaciones realizadas, para mediados de la próxima década, Alemania podrá importar entre 64 y 100 TWh de hidrógeno verde al año a través de tuberías, aunque para alcanzar el máximo potencial sería necesario recurrir a los corredores del sur de Europa y el norte de África, lo que exige acuerdos con los países de tránsito y, si es necesario, apoyo de los países exportadores para reducir los costes de financiación.
En este sentido, los autores apuntan que los ductos desde los países del mar Báltico y del Norte no pasan por países de tránsito, por lo que requieren menos esfuerzo de coordinación y pueden implementarse más rápidamente. De hecho, la conexión con Dinamarca y Noruega ya será posible en 2030, mientras que para 2035 se podrán realizar más conexiones con Alemania.
De tal modo, en un escenario con la implementación y el desarrollo de las medidas al ritmo actual, el informe proyecta que las cantidades importadas alcanzarían para 2025 los 64 Twh, de los que 28 Twh procederían de las conexiones nórdicas, mientras que unos 18 Twh lo harían del sur de Europa, principalmente desde España.
Sin embargo, en un escenario con un nivel de ambición significativamente mayor, las cantidades disponibles de hidrógeno se pueden aumentar hasta los 100 Twh mediante la implementación de los acuerdos necesarios sobre financiación y planificación de los corredores en los próximos años.
Estas medidas permitirán que más países se conecten con Alemania a través de tuberías, permitiendo importar hasta 32 Twh desde la Península Ibérica, con 21 Twh desde España y otros 11 Twh desde Portugal, frente a los 37 Twh del mar del Norte y los 14 Twh estimados desde el mar Báltico.
En el caso de las conexiones con los países del sur de Europa, el informe señala el carácter «central» de la conexión con Francia y la considerable oposición a la construcción de una conexión terrestre a través de los Pirineos Orientales, al tiempo que destaca la alternativa submarina prevista entre Barcelona y Marsella (BarMar como parte de H2Med) prevista, cuya pronta finalización supone un aspecto «clave».
En este sentido, el ‘think tank’ defiende la necesidad de garantizar volúmenes de compra a largo plazo a un precio predecible para garantizar que los proyectos de generación puedan financiarse y tomar decisiones de inversión apropiadas y advierte de que financiar los corredores internacionales necesarios «es casi imposible sin apoyo regulatorio».
«Para que las importaciones de hidrógeno por gasoducto sean una realidad para mediados de la década de 2030, se necesita una solución pronto al problema de financiación», afirman, añadiendo que, para lograrlo, los países involucrados deben entablar rápidamente negociaciones para aclarar la priorización de los corredores y la distribución de la financiación.
En el caso de los corredores que atraviesan varios países, incluidos los dos corredores del sur, advierten de que se requieren «soluciones más complejas» y admiten que financiar el corredor suroeste, con Francia como país de tránsito, «será un desafío», ya que, al ser poco probable que el país galo dependa de las importaciones de hidrógeno, o sólo lo haga en pequeña medida, «podría estar menos dispuesto a cofinanciar un corredor para el suministro alemán».
Por otro lado, el estudio advierte de que, si bien los ductos son la opción de transporte más barata para el hidrógeno puro en distancias cortas y medias, estas infraestructuras conllevan elevados costes de inversión inicial, que pueden reducirse si los gasoductos existentes se convierten a hidrógeno.
TRANSPORTE DE HIDRÓGENO POR BARCO
En cuanto a la posibilidad de recurrir al transporte de hidrógeno puro por barco, incluyendo corredores marítimos como el impulsado por Cepsa con el puerto de Rotterdam para llevar hidrógeno por mar antes de que estén los hidroductos (H2Med), el estudio señala que esto permite una diversificación más sencilla de los proveedores y unos plazos de entrega potencialmente más cortos debido a procesos de aprobación más simples y, en parte, a la infraestructura ya existente.
De tal modo, el ‘think tank’ germano concluye que «la importación por barco puede ser adecuada para la implementación temprana de importaciones más pequeñas de hidrógeno puro», aunque defiende que, para cantidades mayores, es probable que la rentabilidad del transporte por tuberías supere las desventajas.