España ha recaudado 1.122 millones en cuatro años por la ‘tasa Google’ que enfada a Trump

La recaudación en 2024 fue de 375 millones de euros, apenas el 0,12% de los ingresos tributarios de Hacienda

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo (d), durante su reunión con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent (i), a 15 de abril de 2025, en Washington (Estados Unidos).

La reunión que mantuvieron este martes en Washington D.C. el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, claramente tuvo dos visiones contrapuestas. Por un lado, el titular español, que viajaba tras una visita de Pedro Sánchez a China que enfadó mucho a la Casa Blanca, dijo que la conversación, «franca», había sido productiva y había versado sobre temas de interés para ambos países, con la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos sobrevolando.

Pero, por otro lado, el Tesoro estadounidense despachó con frialdad el encuentro, con un breve comunicado sobre las conversaciones «francas» y con la exigencia por parte de la Administración de Donald Trump de aumentar el gasto en Defensa, reducir barreras comerciales no arancelarias y eliminar la conocida como ‘tasa Google‘.

«El secretario también subrayó la oposición continuada de los Estados Unidos al impuesto sobre los servicios digitales que gravan España y otros países, así como otras barreras no arancelarias», dice la nota difundida por el Tesoro.

La ‘tasa Google’ es, en puridad, el Impuesto sobre determinados servicios digitales que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en 2020, en plena pandemia, y grava con el 3% los ingresos de las grandes compañías tecnológicas (Google, Amazon, Microsoft…, aquellas con una cifra de negocios superior a los 750 millones) por los servicios de publicidad en línea y la venta de datos los usuarios, entre otros.

Sin embargo, en los cuatro años de vigencia (comenzó a aplicarse en 2021) el impuesto apenas ha recaudado 1.122 millones de euros, muy lejos de las expectativas del Gobierno cuando puso en marcha el tributo.

En 2020, cuando el Ministerio de Hacienda anunció el impuesto, que se creó junto con la Tasa Tobin sobre la compra de acciones, el Ejecutivo estimaba que la recaudación rondaría los 1.000 millones anuales (968 millones, para ser exactos) y justificaba su creación en la necesidad de «adecuar el sistema fiscal español a las nuevas áreas de negocio digital y a la realidad transfronteriza que supone la globalización y que no se encuentran actualmente bien reflejadas en el marco tributario vigente».

Pero en su primer año de aplicación, en 2021, el Estado apenas recaudó 166,3 millones de euros, muy lejos de las expectativas generadas, aunque con unas cifras afectadas por el estallido de la pandemia. Las cuantías aumentaron en los años siguientes, pero para acercarse a las cuantías estimadas por Hacienda han hecho falta los cuatro años acumulados.

En 2022, el Impuesto sobre determinados servicios digitales recaudó 278,4 millones de euros. En 2023, la cifra ascendió a 303 millones y, en 2024, Hacienda recabó 375,2 millones. En total, los citados 1.122 millones de euros.

Si comparamos la cifra recaudada en 2024 con el total de los ingresos tributarios (294.733 millones de euros), esta figura apenas supone el 0,12%. Es decir, una gota en el océano por lo que podría plantearse su continuidad, si es capaz de desatar un conflicto diplomático con la Casa Blanca. Y al revés: ¿es un impuesto que recauda menos de 400 millones de euros la excusa para justificar una guerra arancelaria?

Según informó el Ministerio de Economía tras la reunión, en la cita se trataron «temas de interés para ambos países en materia económica, financiera y de inversión».

El ministro evitó entrar en el cuerpo a cuerpo con su homólogo estadounidense y remarcó en todo momento el tono «franco» y cordial de la reunión, en la que Bessent habría remarcado su voluntad de cerrar un acuerdo con la Unión Europea para evitar la escalada arancelaria, que ahora mismo se encuentra en pausa. La Casa Blanca decretó un parón de 90 días en los llamados «aranceles recíprocos», según la retórica trumpista, del 25%, pero sigue en vigor el tipo mínimo del 10% y las tasas específicas para el acero, el aluminio y los automóviles.

«Nosotros somos conscientes de que tenemos que seguir tendiendo la mano y en eso es en lo que está Europa, y en eso es en lo que está España, apoyando sin ningún tipo de duda a la actuación de la Comisión», dijo Cuerpo desde Washington, incidiendo en que cualquier negociación comercial tendrá que ser liderada por la Unión Europea.

Además de en España, la tasa Google está en vigor en Italia, Francia, Austria y Reino Unido.

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