Escrivá anuncia que el Banco de España revisará a la baja el crecimiento por los aranceles
Anticipa una subida de los precios, aunque no muy grande, y ve "lógico" que la creación de empleo se desacelere
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, en su toma de posesión. Alberto Ortega / Europa Press
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha anunciado este miércoles que la institución revisará a la baja sus previsiones económicas por la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Tendremos que revisar a la baja las previsiones de crecimiento. Nosotros, en el caso de la economía española, nuestra última previsión era el 2,7%, que es un crecimiento alto para la economía española. Lo lógico es que la revisemos a la baja y lo que no puedo decir en este momento, porque todavía no lo tenemos hecho y porque no es fácil de hacer, es cuánto«, ha afirmado Escrivá.
El gobernador, en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, ha subrayado, no obstante, que cualquier revisión de las previsiones «estará sometida a unos elementos de incertidumbre muy grandes«, pues «hay elementos sobre los que realmente no se tienen instrumentos analíticos suficientemente potentes para poder aquilatarlos».
Escrivá ha asegurado que la institución está «monitorizando de forma muy estrecha y directa» la situación, que ha definido como «de una extraordinaria complejidad desde el punto de vista económico y geopolítico«.
«Sabemos que lo que está ocurriendo tiene el potencial de generar efectos muy negativos sobre la actividad económica en el mundo de una forma muy asimétrica, pero también es verdad que todavía no tenemos elementos precisos de cómo se va a materializar y hasta qué punto y con qué secuencia temporal», ha asegurado.
Escrivá ha afirmado que esta «perturbación de oferta» que ha generado Trump con sus políticas es «muy dura» y tiene «el potencial de generar caídas fuertes de actividad económica o desaceleración en aquellas economías», como la española, que está creciendo a niveles «relativamente altos».
«Pero yo no hablaría de recesión en ningún caso, pero sí de que esto va a tener algún impacto sobre la actividad económica», ha señalado Escrivá, que también ha indicado que las medidas de contrapeso que se están ejerciendo para contrarrestar a Trump «tienen el efecto de subir los precios».
«Estos son los elementos más evidentes, pero hay elementos más difíciles de captar que pueden hacer la situación más compleja. Por una parte, no solamente se produce una subida arancelaria, sino que lo que puede estar en cuestión es el funcionamiento de las cadenas de valor y de las cadenas de suministros con las que se ha internacionalizado la producción mundial y esto puede generar segmentaciones en el comercio y disrupciones», ha subrayado.
Este efecto adicional negativo sobre la actividad económica mundial vendría en un segundo momento y es difícil de valorar, según Escrivá, que ha añadido que más allá de los efectos directos que genera esta situación, también hay un efecto confianza.
«Cuando los mercados y el sentimiento de los consumidores y los inversores se ve afectado por situaciones tan disruptivas, existe el potencial de que se retraigan las decisiones de gasto. Y esto puede ocurrir también con cierto retraso. Todo esto nos dificulta mucho poder poner números a cuál es el impacto que está teniendo esta situación o va a tener tanto sobre la actividad económica como sobre la inflación», ha remarcado.
El impacto sobre la inflación
En este sentido, y en lo que respecta al impacto de los aranceles sobre la inflación, Escrivá ha explicado que la inflación ha ido bajando y convergiendo al 2% y que los datos hasta marzo confirman el escenario central que se manejaba para ir normalizando la política monetaria y el nivel de los tipos de interés a un entorno no restrictivo.
Escrivá ha indicado que las decisiones de política monetaria que toma el Banco Central Europeo (BCE) no se basan en subidas temporales de la inflación, que ve probable que se produzcan, pero en un porcentaje no muy grande, «porque Europa comercia con Estados Unidos, pero comercia con el resto del mundo mucho más».
Por lo tanto, aunque cree que puede producirse alguna subida de la inflación a corto plazo, lo importante para el BCE son las implicaciones sobre la inflación a un horizonte de dos años, de medio plazo.
Además, aunque las disrupciones en la oferta de la economía mundial son un riesgo al alza para la inflación, Escrivá percibe también riesgos a la baja. «Se puede producir una caída de demanda, de consumo, de inversión, un problema de confianza, unos mercados que están en una situación muy tensionada, y eso tiende a ser no inflacionista, sino presionar abajo los precios. Tenemos que ver el saldo de esos dos elementos y conjugarlo para ver cuál es el neto», ha apuntado.
Desaceleración en la creación de empleo
Sobre los efectos que podrían tener los aranceles en el empleo, Escrivá ha señalado que, en la medida en que se produzca una caída fuerte en la demanda y que esta sea percibida por parte de las empresas «como muy persistente», podría producirse una desaceleración en el empleo.
«A diferencia de otras economías europeas, la economía española parte de niveles muy altos de creación de empleo, incluso en el primer trimestre, yo diría, incluso en el mes de abril. Puede ocurrir, y nos puede pasar en las próximas semanas y meses, que los datos que aparezcan sean datos todavía muy buenos, porque vienen del periodo preaumento enorme de la incertidumbre. Lo lógico es que se produzca una cierta desaceleración del empleo a raíz de esta situación. La magnitud, difícil de saber. El punto de partida, muy alto», ha aclarado.
Preguntado por si la guerra comercial podría llevar a Estados Unidos a la recesión, el gobernador ha subrayado que algunos de los indicadores más de corto plazo «ponen de manifiesto una desaceleración muy fuerte», que ya se puede estar produciendo por el lado de la confianza.
En todo caso, Escrivá ha precisado que Estados Unidos viene de un nivel de partida de crecimiento «relativamente elevado», por lo que no ha querido aventurar si entrará en recesión. Sí tiene claro que se producirá una desaceleración «más intensa que en el resto del mundo» y más rápida.
Los contraaranceles son «autoinfligirse un daño»
Sobre los contraaranceles que están poniendo en marcha algunos países -y que también piensa aplicar la UE- como respuesta a las medidas de Trump, Escrivá ha indicado que si las subidas arancelarias que hace Estados Unidos son negativas para el propio Estados Unidos, responder con subidas arancelarias «es autoinfligirse un daño».
Ahora bien, el gobernador ha afirmado hoy que cuando se toma esta decisión de contraatacar con aranceles es porque los países que los aplican «creen que haciendo eso realmente consiguen disuadir al otro lado para que estas subidas no sean permanentes«. «Debemos tener expectativas de que esto es tan dañino desde el punto de vista de la propia economía norteamericana, que en algún momento caerá por su propio peso», ha apuntado.
En cuanto a si se hace necesario que España cuente con unos nuevos Presupuestos ante esta situación, Escrivá ha defendido que «siempre es deseable que haya Presupuestos».
Sobre si ve unidos a los partidos políticos para afrontar la guerra comercial, Escrivá se ha limitado a señalar que la situación requiere que todos los que tienen responsabilidades sean capaces de compensar la incertidumbre actual «trayendo certezas y dando horizontes que ayuden a la gente a tomar sus decisiones».
En este sentido y en lo que concierne al Banco de España, Escrivá ha lanzado un mensaje de «confianza y seguridad», pues, dentro de su ámbito de responsabilidad, la institución está «completamente comprometida» en que no haya elementos adicionales negativos en la situación actual.