España se arriesga a perder 1.200 millones de euros de aquí a 2030 por la energía desperdiciada en el autoconsumo
El autoconsumo solar ha tenido un gran ‘boom’ los últimos dos años, aunque comienza a arrastrar algunos males que pueden cronificarse con el paso del tiempo
El autoconsumo empieza a ser una realidad en España. A cierre de 2023 hay una capacidad de 7,1 GW de potencia, según el último informe sectorial publicado por APPA Renovables. Pero también hay algunos problemas que el sector empieza a arrastrar: los vertidos de electricidad. La cantidad podría alcanzar un valor superior a los 200 M€ por año.
Los datos en conjunto son positivos. El año pasado entraron 1,9 GW de nueva potencia en autoconsumo (1,4 GW industriales y 0,5 GW residenciales). La producción pasó de 4.545 GWh en 2022 a 7.262 GWh en 2023. Pero los problemas llegan desde la generación.
APPA Renovables ha calculado la pérdida de 130 M€ (1.642 GWh) por los vertidos de electricidad. Se trata de la energía que no ha sido aprovechada por los usuarios, ya sean empresas, industrias o clientes residenciales, y que tampoco ha sido reintroducida al sistema —mediante pago directo o por compensación en el coste final—. Por tanto, nadie ha sacado rédito económico por ello.
Esta situación, según explican desde la patronal renovable, se debe a una conjunción de problemas. Existen factores regulatorios y burocráticos, lo principal; pero también hay problemas de congestión en la red, así como cierta dejación por parte de las empresas de distribución a la hora de facilitar los accesos. Por último, el proceso de electrificación está siendo más lento de lo esperado, y el consumo no acaba de crecer.
En el orden de prioridades, el sector reclama mayor velocidad a la hora de tramitar los procesos y, a nivel técnico, que no haya barreras para trasladar al sistema la energía que se no se necesita.
Otras voces, como algunas organizaciones de consumidores —caso de OCU—, denuncian que no existe una normativa común. La documentación y los requerimientos son distintos en cada ayuntamiento y, a veces, tan complicados como los de obra industrial. Esto causa una excesiva demora y requiere costosos estudios técnicos, lo que aumenta mucho el coste de la instalación, especialmente para las comunidades de vecinos.
¿Hasta dónde puede llegar el problema?
Según cálculos realizado por ECONOMÍA DIGITAL, si no hay un cambio drástico a nivel regulatorio, la demanda no se potencia mucho más y el nivel de vertido no baja del 15% —con respecto a la electricidad producida— en los próximos años, de cara a 2030 se podrían perder cerca de 1.200 millones de euros. Una cifra a la que se sumarían los 405 M€ que ya computa APPA Renovables.
La estimación se calcula bajo la previsión de una capacidad de autoconsumo de 19 GW, según prevé el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030, y con un rango de vertidos del 15%-18%.
Los precios son otro factor a tener en cuenta. La cifra del año pasado, de 130 M€, se ha calculado con el precio de 87 €/MWh. Para los próximos cinco años, atendiendo al mercado de futuros, los precios estarán sobre los 43-50 €/MWh.
Para 2030 el autoconsumo podría verter del orden de 4.000 GWh. Desde APPA Renovables, en la presentación del informe anual del autoconsumo, se han mostrado poco optimistas en que la situación cambie de manera muy radical, y asumen que nunca se podrá llegar al 2%-5% que vierte el sistema renovable en su conjunto.
La fotografía del sector
Sobre los datos presentados por APPA Renovables, la instalación media en nuestro país es de 4,7 kW para un autoconsumo residencial. Gracias al descenso de los precios, asociado a la reducción de los costes de los equipos, esta instalación habría requerido una inversión media de 7.085€ y los ahorros durante 2023 (208 €/kW) de esta instalación habrían supuesto el 14% de la inversión, lo que implicaría la recuperación de la inversión en solo siete años.
Respecto al sector industrial, la instalación media ha aumentado un 30%, desde los 70 kW de 2022 a los 91 kW de 2023. En el caso de las empresas, la inversión se recupera en solo cinco años, debido a los mejores precios alcanzados al aplicar economías de escala en las instalaciones, a pesar de que los ahorros (152 €/kW) son menores que los residenciales.
Actualmente solo el 7% de las viviendas unifamiliares y el 2% de las empresas cuentan con instalaciones de autoconsumo, por lo que el potencial de implantación en nuestro país es muy alto.
Autoconsumo colectivo
Otra cuestión relevante tiene que ver con el autoconsumo colectivo. Aunque el impacto en este segmento parece menor. Asturias, Barcelona y Navarra son las regiones que cuenta con un mayor número de suministros de este tipo de instalaciones en España. A esta conclusión ha llegado Aldea Energy tras analizar la proporción de suministros de energía que corresponden a sistemas de autoconsumo colectivo, diferenciándolos de los suministros sin autoconsumo.
Según los datos de diciembre de 2023 que maneja la compañía, Asturias es la región que tiene el mayor número de suministros superando los 3.200 puntos, seguida por Barcelona con más de 2.200, Navarra (1.748), Madrid (1.556) y Alicante (1.074).
«En la actualidad, el concepto de autoconsumo colectivo representa una faceta crucial y emergente en el panorama de la sostenibilidad energética, ya que la configuración de las ciudades, donde se concentra un gran número de edificios residenciales, hace imposible el autoconsumo individual. Ante esta situación prevemos que este modelo aumente de manera exponencial los próximos años», explica Roberto Rubio, cofundador y CEO de Aldea Energy.