La cara B del buen dato de empleo: el Estado crea uno de cada cinco puestos de trabajo

Por segundo año consecutivo, el mercado laboral español consiguió crear más de medio millón de puestos de trabajo en un año, llevando el empleo a máximos históricos (cierra, por primera vez en la historia, por encima de los 21 millones de afiliados a la Seguridad Social) y el paro, ese farolillo rojo, a mínimos de hace 17 años, antes del estallido de la burbuja.

En concreto, España sumó 501.952 nuevas afiliaciones a la Seguridad Social, hasta cerrar diciembre con una media de 21.337.962 trabajadores. En sentido contrario, 146.738 personas salieron de las listas del paro registrado, hasta un total de 2.560.718 desempleados, el menor dato desde diciembre de 2007.

Ahora bien, estos datos, magníficos y que demuestran el buen tono de la economía española después de la pandemia, tienen un importante pero: de nuevo, el sector público está tirando de estas cifras de creación de empleo, ya que casi uno de cada cinco nuevos puestos de trabajo en 2024 fueron en las Administraciones Públicas.

El sector público (funcionarios y trabajadores de las Administraciones) sumó 91.035 afiliaciones a la Seguridad Social, consolidando al Estado como ‘patrón’ de más de tres millones de personas: 3.072.624, en concreto, frente a los 2.981.589 de diciembre de 2023.

Por contextualizarlo, el empleo autónomo, que tiene un tamaño similar al del generado por el Estado (3.386.765 emprendedores en diciembre de 2024), sumó ‘solo’ 42.396 cotizantes el año pasado, su mejor cifra desde 2021, cuando el empleo todavía se estaba recuperando de la pandemia. Es decir, menos de la mitad que el número de nuevos empleados públicos.

Pero lo sucedido en 2024 no es anecdótico. El año pasado, el comportamiento del Estado tuvo mayor impronta dentro de la evolución del mercado laboral: de los casi 540.000 puestos de trabajo creados en 2023, casi 101.000 fueron empleo público, el 18,7% del total.

¿Y dónde están esos nuevos empleos públicos? El Estado se divide en tres sectores: la Administración Estatal, la Autonómica y la Local, que incluye a Ayuntamientos, diputaciones y cabildos insulares.

El sector autonómico se lleva el grueso del empleo público, ya que aquí se encuadran actividades muy intensivas en mano de obra, como la Sanidad o la Educación. El año cerró con 1.871.577 empleados autonómicos, 57.955 más que un año antes, lo que supone un incremento del 3,2%.

Le sigue el sector local con 737.167 trabajadores, que apenas sumó 3.767 empleados (0,51%) el año pasado.

La Administración Central es la menos intensiva en empleo, pero su ritmo de creación de puestos de trabajo duplicó al del mercado laboral: un 6,75% más de trabajadores, 29.313, hasta los 463.880. De hecho, en comparación con hace un año, la proporción de empleados de la Administración Central sobre el total de empleo público ha aumentado del 14,6% al 15,1%, medio punto.