Elevar el SMI un 5% presionará a las pymes de 27 provincias: superará el 75% de su sueldo medio
Un informe de Cepyme disgrega, por provincias, los sueldos promedios. Un SMI de 1.135 euros lo colocaría por encima del 70% en 14.
Todo está listo en el Ministerio de Trabajo y Economía Social que dirige Yolanda Díaz para darle luz verde a una subida del 5% al salario mínimo interprofesional (SMI) de 2024, elevándolo de los 1.080 euros a los 1.135 euros por paga. Un pacto que será solo con los sindicatos, que han exigido más del 4% que Díaz puso encima de la mesa para tratar de acercar posturas y conseguir un acuerdo a tres bandas con la patronal.
Con esta subida el SMI, desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa en 2018, habrá aumentado cerca del 55%. Unos sucesivos incrementos que, a fin de alcanzar una proporción del 60% del sueldo medio, han elevado los costes de las compañías y, sobre todo, de las pequeñas y medianas empresas.
Esa es una de las conclusiones de un estudio elaborado por la patronal Cepyme, que este viernes se descolgará del acuerdo con Yolanda Díaz para la subida del SMI. «Un nuevo incremento situaría el SMI, en términos netos, en el 70% de la remuneración media de estas empresas», dice el informe. «La subida del salario mínimo en los últimos años se ha producido mientras los demás costes que afectan a las empresas (insumos, energía, servicios) han aumentado significativamente. En concreto, los costes totales que soportan las pymes se han incrementado un 19,3% en los dos últimos años, mientras que las ventas sufren una desaceleración, lo que deteriora la situación de las empresas», aducen.
El SMI, superior al 70% del salario medio en 14 provincias
El documento incluye un anexo en el que desglosa los salarios medios provincia a provincia, algo que ya arroja un primer dato: la subida del SMI a 1.135 euros situará este sueldo base en más del 70% de la renta promedio en 14 provincias. Estas son Cádiz (71,7%), Jaén (72,6%), Teruel (70,7%), Cantabria (72,6%), Ávila (78,7%), León (73,2%), Salamanca (73,7%), Segovia (72,2%), Zamora (77,3%), Toledo (72,5%), Alicante (74,2%), Badajoz (75,8%), Murcia (75,7%) y La Rioja (72,8%).
Sin embargo, cuando se hace la extrapolación al tamaño empresarial el dato es todavía más chocante. Un SMI de 1.135 euros sería superior al 75% del salario medio de las pequeñas y medianas empresas en 27 provincias, más de la mitad. A saber: Cádiz (82,6%), Córdoba (79,7%), Granada (78,1%), Huelva (74,7%), Jaén (83,6%), Málaga (76,9%), Huesca (76,9%), Teruel (81,4%), Asturias (78,8%), Baleares (79%), Las Palmas (78,5%), Tenerife (79%), Cantabria (83,1%), Ávila (90,8%), León (84,4%), Salamanca (84,9%), Segovia (83,1%), Zamora (89,1%), Guadalajara (76,3%), Toledo (83,5%), Alicante (85,4%), Badajoz (87,3%), Cáceres (78,4%), Orense (75,3%), Pontevedra (77,9%), Murcia (86,7%) y La Rioja (83,3%).
Según los cálculos de Cepyme, la política de subidas del SMI habría supuesto que se hayan dejado de crear 163.000 puestos de trabajo, sobre todo en colectivos como jóvenes o gente sin experiencia.
La patronal CEOE, que tiene a Cepyme integrada, puso sobre la mesa una subida del SMI del 3%, con su cláusula de revalorización de un punto porcentual adicional, pero vinculada a la modificación de la Ley de Contratos del Sector Público para permitir repercutir estos incrementos, además de un régimen de deducciones aplicables al sector agrario. Sin embargo, el Gobierno se ha mostrado contrario a estas medidas, apartando esta negociación de la del SMI.
Los sindicatos apoyaron la reivindicación de los contratos públicos, pero con matices. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, explicó que la desindexación de estos costes laborales a las contratas públicas estaba bloqueando decenas de convenios colectivos: no se pueden negociar subidas salariales si no hay márgenes para poder aplicarlos.
Los sindicatos estaban por la labor de firmar un incremento del SMI del 4% si la patronal se subía al carro, ya que eso permitiría una mejor traslación a los convenios colectivos de estas alzas. Sin embargo, con los empresarios fuera, tanto Trabajo como las centrales avisaron de que esto tendría consecuencias.