El Santander recurre a Openbank para crecer en Europa
Ya cuenta con embriones en Alemania y Holanda, con el gancho de su servicio de gestión de cartera como diferenciación, y en pleno desembarco de las bigtech
Tras el cierre de la digestión de la compra de Banco Popular con el pacto para el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) alcanzado en el primer semestre con los sindicatos, el Banco Santander vuelve a concentrarse en consolidar otras geografías, aunque apostando por el producto propio a diferencia del pasado, cuando no existía rueda de prensa en la que se le preguntara si iba a adquirir a algún competidor, con un ojo puesto en el brexit y otro en la llegada de Amazon o Google al negocio financiero europeo.
La entidad presidida por Ana Botín ha lanzado una oferta pública de adquisición (opa) sobre el capital que no controla de sus negocios en México abierta hasta el 6 de septiembre, y a la vez da pasos adelante en su transformación digital.
Durante la presentación de su nuevo plan estratégico esta primavera, el Santander adelantó un plan de inversiones de 20.000 millones en tecnología y la expansión internacional de Openbank; su banco completamente online. En abril, presentó el embrión de Openbank en Alemania; que ahora ya cuenta con una réplica en Holanda. «Estamos utilizando el pasaporte europeo para expandirnos por Europa», explica Gonzalo Pradas, Responsable de Wealth Management de Openbank. En países donde no pueda aprovechar esta ventaja, están trabajando en lograr licencias bancarias.
El Santander, pendiente del lanzamiento en Alemania
Aunque todavía no existe una fecha cerrada para que el arranque de la operativa fuera de España -en el caso de Alemania ya se ha puesto en marcha una lista de espera para irse apuntando como futuro cliente de la entidad financiera-, el Santander es más ambicioso y reconoce que su intención es llevar a Openbank también a Portugal, Argentina y México en una primera fase.
Más allá de los tradicionales productos financieros, el gancho con el que el banco digital quiere captar un cliente «joven, urbanita, profesional y que quiera un banco fácil sin comisiones, que le permita tener una experiencia de usuario», tal como lo describe Pradas, es su robo advisor.
«Queremos ser el mismo banco digital que somos en España, pero creemos que tenemos un ángulo bastante especial en wealth management (gestión de activos) y con el robo advisor hemos construido algo único que puede tener éxito en otros países», apunta el ejecutivo.
Esta herramienta cumplirá el próximo septiembre un año y, con su servicio de «invertimos por ti», el banco ha creado un modelo de gestión delegada/discreccional a partir de 500 euros, «que antes solo estaba disponible para carteras de un 1 millón de euros», señala Gonzalo Pradas.
«No queremos enseñar a invertir a nuestros clientes, solo dar una respuesta a aquellos que piensan que necesitan hacer algo con sus ahorros, porque saben que están perdiendo poder adquisitivo todos los días», reflexiona Pradas. «En Alemania desconocemos si el cliente cuenta con mayores conocimientos financieros que el español, pero los alemanes saben que deben invertir y ahorrar y eso es lo que queremos trasladarles», explica.
Pradas, no obstante, reconoce que el robo advisor de Openbank contará con competencia, porque estos motores de inversión ya existen en Alemania, pero confía en el valor añadido de su modelo, al que denomina «arquitectura abierta 2.0» y para el que ha integrado en su comité de inversiones a Blackrock. Este comité será el mismo para todos sus clientes, independientemente de su nacionalidad, aunque lo que podría cambiar sería la manera de implementarlo en cada geografía.
«La diferencia puede estar en la utilización de herramientas para que el proceso sea neutro fiscalmente para los clientes», apunta Pradas. Por ejemplo, en Alemania los traspasos de ETF no tienen penalización impositiva, como sí sucede en España.