El roto del precio de los alimentos: la compra es 1.000 euros más cara que en 2019

El subidón de los precios de los alimentos ha provocado que los españoles gastemos, de media, 1.047 euros más al año en la cesta de la compra que en 2019, el último año antes de la pandemia de COVID-19 y antes del conflicto en Ucrania que azuzó la crisis energética e inflacionaria.

La Encuesta de Presupuestos Familiares que publica el INE constata que solo el año pasado el gasto medio de cada hogar en alimentos y bebidas no alcohólicas fue de 5.333 euros, unos 444 euros en la compra al mes. Esto son 285 euros más que en 2022, cuando se disparó la inflación en los alimentos, y un 5,6% en términos relativos.

El gasto en la cesta de la compra es el segundo que más pesa en la factura total de los hogares, solo por detrás de aquellos asociados a la vivienda, que se lleva un 31,8% del presupuesto de las familias. Cerca del 20% de los ingresos se va en la alimentación, por lo que subidas a un ritmo superior al 5%, como ha sucedido desde 2020, causan importantes rotos en los bolsillos familiares.

Para dar cuenta de la subida tan relevante que han tenido los precios de los alimentos en los últimos años, podemos retrotraernos una década. En 2013, el gasto destinado por los hogares a la alimentación y bebidas no alcohólicas era de 4.098 euros anuales. Diez años más tarde, la factura anual es de 1.235 euros más. Es decir, el grueso de la subida se ha producido en apenas cuatro años.

En 2013 el gasto en alimentación cayó un 1% y volvió a reducirse un 1,7% en 2014. En 2015 subió un 2,4%. En 2016 y 2017 se redujo el gasto en una y en cuatro décimas, respectivamente. Rebotó en 2018 un 2,8% y subió el 1,5% en 2019.

La tendencia es mucho más llamativa a partir de 2020. En ese año, con la pandemia, el gasto aumentó un 6,8%, hasta los 4.578 euros, aunque ese año estuvo influido también por el hecho de que bares y restaurantes estuvieron cerrados y tuvimos que permanecer más tiempo en casa por la pandemia. El peso en el presupuesto familiar pasó del 14% a rozar el 17% en solo un año.

Desde entonces, las subidas han estado siempre por encima de la barrera del 5%: 5% en 2021 (4.805 euros al año), 5,1% en 2022 (5.050 euros) y el 5,6% en 2023.

¿Y a quiénes ha impactado más esta subida? Sobre todo a los hogares más vulnerables, que es en los que tiene más peso la cesta de la compra. Para los hogares de menor renta, uno de cada cinco euros se va en alimentación.

El Gobierno aprobó este martes la última prórroga en la rebaja del IVA a los alimentos básicos, una medida que lleva en vigor desde enero de 2023 y que ha sido renovada en tres ocasiones. En esta ocasión la retirada será progresiva, manteniendo los tipos reducidos (0% en caso de frutas, verdura o aceite de oliva; y del 5% en el caso de otros aceites y pastas) hasta el 30 de septiembre; y del 1 de octubre a finales de año, al 2% y 7,5%.

Ahora bien, el retraso en la rebaja fiscal y el mayor peso del aceite de oliva en nuestra cesta de la compra ha provocado que, en los últimos meses, la brecha entre la inflación de los alimentos en la eurozona y la de España se haya ido ampliando, en detrimento de nuestro país.

De acuerdo con un estudio del Banco de España incluido en su último informe trimestral, este mayor peso de los productos que más se han encarecido -como el aceite de oliva- en la cesta de la compra justifican prácticamente la mitad de la diferencia entre la tasa de incremento interanual de la zona euro y de España.

Es decir, que si en España los alimentos se encarecen a un ritmo dos puntos porcentuales por encima de la tasa de la eurozona, la mitad (un punto porcentual) está explicada íntegramente por el aceite de oliva y ese «efecto composición» en nuestro país. El resto de la cesta supondría la otra mitad.

«Estamos consumiendo más de los bienes en los que más está aumentando el precio. Entre todos esos bienes, el aceite de oliva», resumió el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán.