El precio del aceite de oliva cae un 22% antes de los aranceles de Trump: afectan a ventas de 1.000 millones a EEUU
El precio del aceite de oliva encadena tres meses de caídas antes y, con las tarifas, podría intensificarse su recorte
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. ECONOMÍA DIGITAL
El precio del aceite de oliva ha comenzado dando un respiro a los bolsillos de los españoles: cae un 21,9% en comparación con hace un año, encadena un trimestre de recortes en su coste, y, con el anuncio del presidente de Estados Unidos de imponer aranceles a Europa en respuesta al IVA, podría reducirse todavía más en el corto plazo… aunque a costa de afectar a 1.000 millones de euros en exportaciones a Norteamérica.
Los datos del Índice de Precios al Consumo de enero, publicados por el INE este viernes, dibujan un arranque del año muy distinto al de 2024, cuando el ‘oro líquido’ hacía honor a su apodo e incrementaba su precio a una tasa del 62,9%. Un año después, y a pesar de la desaparición de las rebajas del IVA, el aceite de oliva ha vuelto a niveles de agosto de 2023.
Este alivio al bolsillo viene motivado por la buena campaña de producción, frente a años anteriores de malas cosechas que, sumado a la pérdida de la oferta de aceites procedentes de Ucrania tras el estallido de la guerra, provocaron un encarecimiento sin precedentes de este producto fundamental para los hogares españoles. De hecho, el Banco de España apuntó en un estudio del año pasado que si la inflación de los alimentos era tan persistente en nuestro país, en gran parte se debía al hecho de que este producto tiene un peso mayor en la cesta de la compra que en nuestros pares europeos.
Con todo, el recorte puede ser mayor en los próximos meses si se cumple la amenaza de Trump y se imponen aranceles en respuesta al IVA, un impuesto que poco tiene que ver con tarifas comerciales y que grava en igualdad de condiciones a empresas estadounidenses y europeas.
El aceite de oliva es una de las principales exportaciones españolas a Estados Unidos. Según datos del Ministerio de Agricultura, solo el año pasado se vendieron 1.037 millones de euros en productos oleícolas a Norteamérica, el 17% del total de ventas al exterior de esta categoría. Es decir, casi uno de cada cinco euros que se venden al extranjero.
Según un informe de CCOO presentado esta semana, solo las ventas de aceite de oliva supusieron más de 953 millones de euros en 2024, el segundo producto más vendido solo por detrás de los aceites de petróleo (955 millones) y muy por encima del tercer puesto en el podio, los transformadores eléctricos (699 millones).
«El impacto a corto plazo sobre los productores puede ser importante, porque EEUU es el principal mercado de exportación de nuestro aceite de oliva y absorbe en torno al 10% de nuestra producción«, explica a ECONOMÍA DIGITAL la economista senior de Funcas María Jesús Fernández.
Es decir, a corto plazo puede producirse una bajada adicional del precio del aceite de oliva hasta que esas exportaciones, en el caso de verse afectadas por un incremento de los costes, encuentren un mercado donde recolocarse.
«El aceite es una ‘commodity’, hay una oferta y una demanda mundiales que tienen que casar, de modo que a medio plazo los flujos de exportaciones se pueden redirigir hacia otros países que queden desatendidos por sus antiguos proveedores, si estos ahora redirigen sus ventas hacia EEUU», señala la economista de Funcas. «Es decir: si EEUU deja de comprar aceite a España, se lo tendrá que comprar a otro país exportador, y ese país exportador dejará de atender a sus clientes, los cuales ahora comprarían el aceite de España», indica.
En el Ministerio de Agricultura ven con cierto optimismo que la amenaza arancelaria haya llegado en un momento en el que los precios en origen han descendido, lo que podría compensar esas hipotéticas tarifas al aceite de oliva.
De hecho, ante una potencial guerra comercial -que el ministro del ramo, Luis Planas, dijo que no era deseable-, se abre la ventana del Mercosur, con un acuerdo que debería cerrarse con la UE en los próximos meses y que abriría un mercado de 300 millones de consumidores para estas ventas.
A corto plazo las tensiones comerciales podrían poner en aprietos a tres comunidades autónomas, en concreto, según el análisis del gabinete económico del sindicato CCOO: Andalucía, Comunidad Valenciana y País Vasco. Solo Andalucía exporta 542 millones de euros en aceite de oliva, por lo que afectaría de lleno al campo andaluz.