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El PIB de la zona euro se contrae por primera vez desde la pandemia y la inflación cae al 2,9%
Portugal (1,9%) y España (1,8%) son las dos economías que más están tirando de un crecimiento que se ralentiza cuatro décimas lastrado por la caída de Alemania
El producto interior bruto (PIB) de la zona euro se contrajo en el tercer trimestre de este año por primera vez desde el estallido de la pandemia, arrastrado por unos malos datos de la actividad económica de Irlanda (-1,8%), Austria (-0,6%) o la locomotora alemana, que volvió a contraerse tras dos trimestres de crecimiento prácticamente plano. En el conjunto de los Veintisiete, el crecimiento fue del 0,1% del PIB.
Estos datos adelantados contrastan con los de solo tres meses antes, entre abril y junio, cuando la zona euro consiguió salir de la atonía de dos trimestres completamente planos avanzando un 0,2%. En términos interanuales la ralentización del crecimiento ha supuesto que, en solo un año, la economía de la moneda única haya crecido un raquítico 0,1%. En el cuarto trimestre de 2022, este avance era del 1,8%, pero se ha ido desacelerando conforme las subidas de tipos de interés han afectado a las economías, sobre todo a la alemana, de referencia para el conglomerado.
En términos intertrimestrales, Letonia fue el estado miembro con un mayor crecimiento (0,6%), pero son Bélgica (0,5%) y España (0,3%) las potencias que más crecieron en el trimestre veraniego. En el podio interanual, Portugal (1,9%), España (1,8%) y Bélgica (1,5%) son las economías que más crecen. Al otro lado, Irlanda (-4,7%), Estonia (-2,5%), Austria y Suecia (-1,2% ambas) son las que más caen.
La inflación compensa el mal dato del PIB
En lo que respecta a la inflación, los efectos base (de comparación con solo un año anterior) perjudican ahora la posición de España que, con un dato del 3,5% interanual, se sitúa por encima de la media euro, con una acentuada caída de más de un punto hasta el 2,9%. En la segunda mitad del año pasado los precios se moderaron más en España que en el resto de la eurozona, que se beneficia ahora de la comparación con el acelerón inflacionario de finales de 2022.
El dato mensual arroja un descenso de los precios del 1,7% en Bélgica y del 1% en Países Bajos. El ‘escalón’ permite a Alemania rebajar su inflación al 3%, desde el 4,3% de un mes antes, mientras que Italia pasa de un 5,6% en septiembre a un 1,9% en octubre.
Con estos datos, el Banco Central Europeo (BCE) se carga de argumentos tras la pausa en la senda de subidas de tipos de interés, una política monetaria cuyos efectos ya se están trasladando al tejido productivo. Las diez subidas consecutivas, pasando de tipos cero a un 4,5% en el de referencia, están permitiendo enfriar los precios. El objetivo de la entidad con sede en Fráncfort es llevar la subida de los precios al 2% y, por primera vez desde el estallido de la crisis inflacionaria, ese objetivo parece más factible.
La inflación sin contar los productos energéticos y alimenticios, más volátiles, sigue alta, en el 5%, cinco décimas por debajo de lo que marcaba solo un mes antes.