El pacto Sánchez-Puigdemont pone en el punto de mira al Madrid de Ayuso para recuperar empresas con 40.000 millones

La estrategia para debilitar a Madrid se inició con el impuesto a las grandes fortunas y ahora busca reducir el efecto sede la capital

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. EFE/ Sergio Pérez

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El plan de Pedro Sánchez y Carles Puigdemont para «facilitar y promover el regreso a Cataluña de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años» es un ataque frontal a 4.500 empresas que facturan 40.000 millones de euros que han decidido abandonar Cataluña para instalarse en la Comunidad de Madrid presidida por Isabel Díaz Ayuso. El pacto entre PSOE y Junts pone en el punto de mira a la capital ya que el acuerdo bilateral le convierte en claro damnificado.

La estrategia indepedentista avalada por Sánchez pasa por debilitar el motor económico de Madrid atacando el efecto sede que conlleva una notable concentración de la riqueza. El impuesto a las grandes fortunas, que grava el patrimonio neto de las personas físicas de cuantía superior a los tres millones de euros y cuyo recurso por parte de Ayuso fue tumbado este martes por el Tribunal Constitucional, es una de las actuaciones que buscan este objetivo.

La voluntad de las empresas, sin embargo, dista mucho de los deseos de Puigdemont. Tal y como certifican los datos de Informa D&B, filial del grupo Cesce, en sus estudios específicos sobre los cambios de domicilio de las empresas, desde 2017 hasta 2022, Cataluña ha perdido 7.000 empresas que facturaban 46.483 millones de euros. De estas empresas, 4.479 con un facturación acumulada de 38.482 millones de euros se han ido a la Comunidad de Madrid.

El informe referente a 2017 indica que el 61,67% de las empresas que se fueron de Cataluña desde octubre de 2017 a 31 de diciembre de 2017 eligieron Madrid como nueva sede social. Esto fue el primer impulso. El año del 1-O, Cataluña perdió 1.863 empresas que facturaban aquel año 30.487,5 millones de euros. Entonces, 1.040 se fueron a Madrid y fueron las que agrupaban 26.569 millones de euros de cifra de negocios anual. «En 2017, 70 empresas con una facturación de más de 70 millones de euros se trasladaron a Madrid que se convirtió en la principal beneficiaria de estos traslados», explica el informe de la filial de Cesce.

En 2018, el 54,48% de las empresas que eligieron cambiar su sede social a Madrid en 2018 procedían de Cataluña recibiendo la Comunidad de Madrid empresas que facturaban 12.085 millones de euros. Las pérdidas en Cataluña se extendieron hasta las 2.812 mercantiles con una facturación acumulada de 15.349 millones que dejaban esta autonomía.

El éxodo se frenó en 2019. De la pérdida de facturación acumulada de 30.000 millones en 2017 y 15.000 millones en 2018 se pasó a no alcanzar los 1.000 millones en 2019 y en 2020, año del covid, incluso se invirtió la progresión. Informa D&B, que para los datos de este año cambia la forma de presentar las estadísticas, advierte que en este ejercicio se tomaron decisiones que desvirtúan la comparación.

Madrid salió perjudicada en 2020 por la decisión de Iberdrola Generación Nuclear SA de salir rumbo al País Vasco mientras que Bunge Ibérica, filial de firma holandesa de alimentación ahora centrada en concentrado de proteínas y combustibles renovables, cambió su sede de Madrid a Cataluña. El movimiento hizo que los 3.293 millones de euros de facturación de Bunge Ibérica cambiaran Madrid por Cataluña.

El movimiento no tuvo continuidad en 2021, donde Cataluña volvió a perder 935 empresas de las cuales 418 se fueron a Madrid, lo que supone el 44% aunque si nos fijamos en la facturación que se traslada de autonomía el porcentaje se alarga hasta el 78,8%, ya que de los 1.066 millones de facturación acumulada que se fue de Cataluña aterrizaron en Madrid 840 millones.

La cifra casi se duplicó el año pasado, ya que en 2022 se fueron de Cataluña 845 empresas que facturaban 1.629 miloones de euros de las cuales 364 se instalaron en Madrid con una facturación de 1.471 millones de euros.

Para el resultado final, hay que tener en cuenta que los datos que ofrece la filial de Cesce mide el número de empresas y la facturación que tenían en el año en el que hicieron el cambio de su sede fiscal. Teniendo en cuenta el incremento de facturación que, impulsada por la inflacción, han tenido la mayoría de las empresas en los últimos años es presumible que la cantidad pueda haberse incrementado.

Con estos matices, los datos indican que Madrid ha sido la región mayoritariamente elegida por los catalanes que han huído de su autonomía tras la declaración de independencia. El 64,1% de las empresas que han salido de Cataluña se han ido a Madrid. En este sentido cabe recordar que en el último trimestre de 2017 el traslado a Madrid fue el elegido por el 61,6% de las empresas que salieron de Cataluña.

A nivel de facturación acumulada, Cataluña ha perdido 46.863 millones, de los cuales 38.482 han recalado en la Comunidad de Madrid. Esto supone el 82,7% del movimiento económico que ha provocado la huída de Cataluña mientras que en 2022 Madrid ha acaparado el 90,3% de la facturación que abandonó en 2022 la autonomía gobernada por el independentismo en busca de la que preside Isabel Díaz Ayuso. El peso de Madrid como destino de las empresas catalanas ha estado creciendo y, tras ello, se ha aplicado el impuesto a las grandes fortunas y se ha firmado el pacto Sánchez-Puigdemont.

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