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El Gobierno renuncia a los Presupuestos de 2024 tras el adelanto electoral en Cataluña
El Gobierno daba por atadas las Cuentas tras acordar la amnistía, que se vota mañana en el Congreso, pero el adelanto electoral pone de nuevo a Junts y ERC en la carrera electoral
El Gobierno ha decidido renunciar a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2024 y que la prórroga de las Cuentas de 2023 tenga que extenderse hasta finales de año, poniendo las fuerzas en sacar adelante unas cuentas para 2025 ya a partir de septiembre, después de que se hayan adelantado las elecciones en Cataluña.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado el carpetazo en una entrevista en La SER, donde ha asegurado que se aprovecharán los trabajos técnicos y «preacuerdos» para el nuevo ciclo presupuestario, de cara al año que viene.
«La convocatoria electoral en Cataluña altera de forma clara el tablero político. Actualmente los Presupuestos están prorrogados y lo que toca es ser realistas y aprovechar los preacuerdos para trabajar en los de 2025″, ha dicho la ‘número dos’ del Gobierno, que ha calificado esta renuncia como «lo más sensato».
Los dos socios de Gobierno se abrían a lo largo de la tarde a dar carpetazo al proyecto de 2024 y pasar directos a elaborar los de 2025. Fuentes socialistas apuntaban que la prórroga no sería problemática: de hecho, al no existir unas Cuentas para 2024, siguen en vigor las de 2023, unos presupuestos expansivos y que ya contaban con más de 30.000 millones en fondos europeos para asegurar su despliegue. Fuentes de Sumar, por otro lado, creen que el escenario abocaba a ello.
Con todo, en La Moncloa la idea de aprobar Presupuestos en el Consejo de Ministros seguía siendo una posibilidad esta misma tarde, con un comunicado tras una reunión entre el presidente Pedro Sánchez y el comisario Paolo Gentiloni donde se valoraban los trabajos técnicos para los Presupuestos Generales del Estado.
El Gobierno fiaba los Presupuestos a la amnistía
El Gobierno confiaba en que el escenario catalán estuviera lo suficientemente tranquilo hasta principios del año próximo y que a la amnistía le diera el suficiente recorrido para calmar las aguas, por un lado, y para encarrilar las Cuentas de este año, que ya llevan un importante retraso. Ni lo uno ni lo otro.
El rechazo a los Presupuestos catalanes y el adelanto electoral al 12 de mayo trastoca este escenario ideal del Ejecutivo. La amnistía aún no ha salido adelante, y le queda recorrido tras aprobarse mañana, y el proyecto de Presupuestos Generales del Estado tampoco saldrá del Consejo de Ministros.
Además, el rechazo también ha mostrado las diferencias entre los socios del Gobierno de coalición. Los socialistas, dirigidos por Salvador Illa, apostaron por dar oxígeno a Pere Aragonés para que terminara la legislatura. Sin embargo, los comunes -referentes de Sumar, de Yolanda Díaz, en Cataluña- han sido quienes han dado la estocada definitiva, rechazando el proyecto por el proyecto del complejo turítico y de ocio Hard Rock en Tarragona.
Fuentes de La Moncloa insistían en las últimas horas en el mensaje de que hay Gobierno «para rato», tras acordar los últimos flecos de la Amnistía, y trataban de desvincular las cuentas catalanas de las nacionales, subrayando el papel que Illa ha desempeñado al tender la mano al gobierno de Pere Aragonés.
En el Ejecutivo cunde la sensación de que, al igual que hay una mayoría para sacar adelante la amnistía, hay una suma de fuerzas para que se aprueben las Cuentas, al tiempo que se estaban llevando a cabo las conversaciones con los grupos parlamentarios para sondear los apoyos al proyecto. Sin embargo, habría sido el propio Sánchez, según El País, quien habría dado la orden de paralizar los Presupuestos de 2024.
Estas Cuentas ya nacían cojas, ya que no existía acuerdo ni siquiera en el seno del Ejecutivo, con la plataforma Sumar, que dirige la vicepresidenta Yolanda Díaz, insistiendo en que aún no había pacto con el PSOE para la aprobación del proyecto.
Precisamente los de Sumar ponían en duda en fuentes recogidas por EFE que sea conveniente seguir adelante con el proyecto de Presupuestos para este año, al tiempo que han criticado a ERC de falta de empatía al no saber situarse en la posición de En Comú para retirar el apoyo al Hard Rock.
El principal escollo para las cuentas era ahora la carrera electoral entre Junts y ERC, que aspiran a liderar el independentismo y mantenerse al frente de la Generalitat en la próxima legislatura. El PSC de Salvador Illa, que ganó las elecciones en 2021, también tendrá que marcar perfil propio. Todo esto encarece el potencial oxígeno quieran dar al Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobando sus primeros presupuestos, que serán los del próximo año.