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El Gobierno descarta la crisis: prevé un crecimiento del 2% en 2024
El Ejecutivo ha comunicado a Bruselas que espera un crecimiento del 2,4% para este año, en tanto que el déficit se situará en el 3% ya el que viene
El Gobierno ha enviado el Plan Presupuestario para el año 2024 a Bruselas en un documento sin apenas novedades por la interinidad del Ejecutivo pero que sí incluye un nuevo escenario macroeconómico. El Ejecutivo ha actualizado sus previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) tanto para este año como para el que viene, con un recorte de cuatro décimas del avance proyectado para 2024.
En su último cuadro macroeconómico, de abril, el Gobierno calculaba un incremento del PIB para este año del 2,1%, por 2,4% para el siguiente ejercicio. Sin embargo, la ralentización ha tardado más de lo previsto en llegar, llegando a mediados de año y hasta entrado 2024. Además, el mayor crecimiento del previsto el año anterior y una actividad más resistente de lo previsto en la primera mitad del año han permitido revisar al alza el crecimiento para este año. En sus cifras revisadas, el Gobierno contempla un avance del 2,4% para este año por un 2% el que viene.
En un comunicado conjunto de los departamentos de Asuntos Económicos y Hacienda, el Ejecutivo ha celebrado el «crecimiento diferencial» de España a pesar del entorno exterior, un avance robusto que explican gracias a la política económica y las reformas estructurales puestas en marcha en el marco del Plan de Recuperación, «que se reflejan en el dinamismo del mercado laboral, la positiva evolución del sector exterior y la solidez patrimonial de hogares y empresas».
El Gobierno plantea retirar las medidas anticrisis
Con respecto al mercado de trabajo, el Ejecutivo contempla que mantendrá su dinamismo, con una creación entre los dos años de cerca de 700.000 empleos, en tanto que la tasa de paro se situará por debajo del 11%. En su plan a Bruselas, el Gobierno valora que la creación de empleo vendrá de la mano de «una mejora de la calidad, la ganancia de poder adquisitivo y el aumento de la productividad por las reformas estructurales adoptadas».
Al respecto de las medidas anticrisis, que varios organismos internacionales vienen urgiendo a retirar, el Gobierno ha enviado a Bruselas un plan presupuestario «inercial» en el que estas desaparecen del mapa. En declaraciones a los medios, el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, lo ha justificado por la interinidad del Gobierno, sin descartar que puedan prorrogarse una vez haya un Ejecutivo plenamente funcional. Con todo, el departamento que dirige la vicepresidenta Nadia Calviño ha defendido que, incluso en un escenario de retirada de estas medidas, el deflactor del PIB -no se incluye una estimación del IPC- seguirá a la baja el próximo año.
García Andrés ha definido como «prudente» el escenario macro que propone el Gobierno, más optimista que el de otros organismos como el Banco de España o el propio Fondo Monetario Internacional, y no descarta que la situación en Oriente Medio distorsione el panorama. El escenario geopolítico, junto a los efectos de la política monetaria, ha dicho el ‘número dos’ de Asuntos Económicos, serán las fuerzas que más afecten a la economía de nuestro país.
A pesar de que no se incluye la definición de políticas a adoptar por la interinidad, el Ejecutivo sí contempla dos que se adoptarán sí o sí y que afectarán al gasto público: por un lado, la revalorización de las pensiones con la inflación y, por otro, la subida de las remuneraciones de los empleados públicos. Por el lado de los ingresos, el Gobierno espera que la presión fiscal del conjunto de las Administraciones Públicas se eleve al 42% del PIB.
La Airef avala el escenario pero advierte de «riesgos a la baja»
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha emitido un aval al escenario del Gobierno, aunque ha matizado que esto se refiere únicamente al cuadro macro y no al conjunto del Plan Presupuestario, sobre el que emitirá un informe a final de mes. Sobre el escenario macro, la Airef ha apuntado que las previsiones son «razonables, dentro de la incertidumbre», aunque se sitúan en la banda superior del escenario que dibuja la institución, por lo que existen «riesgos a la baja».
Sobre la contribución de la demanda interna al crecimiento para el año que viene, la Airef apunta que es «optimista, dado el endurecimiento de las condiciones de financiación de la economía, la finalización de la vigencia de las medidas para mitigar el impacto de la inflación y el empeoramiento de la confianza empresarial y de los hogares». Por otro lado, la Autoridad que preside Cristina Herrero considera que el escenario del deflactor del PIB podría ser pesimista con respecto a sus cálculos.