La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha negociado con Bruselas una nueva senda de reducción del déficit público. Según ha anunciado este viernes la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el déficit público se reducirá al 2,7% del PIB en 2018, al 1,8% en 2019, al 1,1% en 2020 y al 0,4% en 2021. El Gobierno renuncia así a alcanzar el superávit presupuestario en 2021, como había previsto el anterior gobierno del PP.
«Son objetivos apropiados y compatibles con las recomendaciones de Europa», ha afirmado la ministra, que ha explicado que el anterior ejecutivo había elaborado unos presupuestos para 2018 que no eran realistas en relación al objetivo de déficit del 2,2% del PIB, por lo que desde casi el primer día el gobierno de Pedro Sánchez ha estado en conversaciones con Bruselas para flexibilizar esta meta.
La ministra ha asegurado que de haber mantenido el objetivo del 2,2% del PIB para 2018, se tendría que haber hecho un ajuste de 11.000 millones de euros este año, lo que habría limitado el margen del Ejecutivo y habría restado medio punto al crecimiento económico, con la consiguiente pérdida para el empleo. «Pronto se ha hecho evidente que esta senda no era realista. El desvío si no se aceptaba obligaba al Gobierno a un ajuste drástico hasta 2019», ha argumentado.
El Gobierno decidió tras consultar a la Airef
La ministra Calviño ya adelantó que los objetivos para 2018 y 2019 se suavizaban en medio punto, y este viernes Montero ha añadido que el de 2020 se flexibiliza en seis décimas y el de 2021, en cinco décimas. Montero ha explicado que el Gobierno ha analizado en profundidad las cuentas públicas y que tras pedir un informe a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) adoptó la decisión de solicitar una modificación de la senda de consolidación a la UE.
La responsable de las arcas públicas ha recordado que con la aprobación de los objetivos de estabilidad y del techo de gasto se pondrán las bases para los Presupuestos de 2018 «sociales y redistributivos» y ha reiterado que la nueva senda presupuestaria dará un mayor margen fiscal para «apuntalar» el crecimiento de la economía y dar respuesta a las demandas de los ciudadanos. Una vez se apruebe el techo de gasto, el Gobierno iniciará las negociaciones con los partidos políticos para distribuir las partidas de gasto en los Presupuestos Generales del Estado de 2019.