El futuro de CatalunyaCaixa en el nuevo Frob
El negocio financiero de la última caja catalana se subastará en octubre, una vez traspase el 'ladrillo' al ‘banco malo’
El Gobierno dará al nuevo fondo de rescate Frob dos alternativas para las entidades bancarias sin los ratios de solvencia –actuales o esperados— adecuados a la normativa: venta o liquidación ordenada.
La puerta para disolver CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco de Valencia está abierta y el mecanismo regulado, una vez el Consejo de Ministros apruebe el texto del Ministerio de Economía.
El camino, sin embargo, para CatalunyaCaixa ya está trazado y confirmado a la última caja catalana. El negocio financiero se subastará en octubre y se descarta la liquidación de la institución, aunque se troceará. El Frob optará, de este modo, por la primera de las opciones de que dispondrá en el nuevo marco regulatorio.
Antes de nada, los activos problemáticos se traspasarán al conocido como banco malo –una entidad pública de gestión y venta del ladrillo—. Para apuntalar el balance se esperan, de todo modos, hasta 7.000 millones provenientes de la primera inyección del rescate europeo.
Después, se retomará el proceso de venta competitiva de la actividad estrictamente bancaria. Será en octubre y antes se habrán conocido los resultados de las auditorías independientes a todas las entidades españolas. Las cartas del sector estarán descubiertas para entonces.
Subasta sin ayuda
La principal diferencia con la subasta de CatalunyaCaixa abortada en junio es que los postores no contarán con ninguna ayuda pública. Ni siquiera el esquema de protección de activos (EPA) al que sí optaron Banc Sabadell y BBVA para quedarse con la CAM y Unnim respectivamente.
Este sistema, en esencia, suponía el acceso a una reserva de recursos suministrados por el propio sector a través del Fondo de Garantía de Depósitos que protegía contra futuras pérdidas. Es decir, contra las minusvalías de los activos apareados a las entidades adquiridas.
CatalunyaCaixa se venderá, a priori, limpia. En estos momentos, se estudia qué activos segregar en el banco malo. “Es un proceso sumamente complejo”, aseguran fuentes conocedoras de las conversaciones. Cuando el balance esté higienizado, se valorará la entidad y se venderá.
El objetivo es que se integre en “un gran grupo financiero”, aunque manteniendo las principales señas de identidad.
‘Franquicia’ rentable
Al aislar la actividad bancaria del resto, se obtiene una franquicia rentable. Las cifras que el Frob tiene sobre la mesa son las siguientes: el negocio exclusivamente financiero arroja un margen de 300 millones anual al crecer, por ejemplo, poco más del 20% en 2011, último ejercicio cerrado.
El primer trimestre de este año ha tenido un comportamiento positivo, aunque los ritmos de crecimiento han aflojado. La actividad ha sido especialmente intensa en primavera debido a las potentes campañas de captación de pasivo.
Los intereses que rinden la actividad crediticia –principalmente— y las comisiones facturadas a clientes generaron 835 millones en 12 meses. La cartera creció 140.000 clientes en 2011, de los que 16.000 fueron de banca privada.
Costes de explotación
El año pasado, CatalunyaCaixa redujo el número de oficinas un 30% y recortó una cuarta parte de la plantilla, de modo que los gastos de explotación se contrajeron el 9,1%.
Los mayores aspirantes a controlar la entidad catalana, Santander, BBVA y, en menor medida, Sabadell lograrían además crecer en Catalunya generando importantes sinergias con las actuales estructuras.