Guindos abre la puerta a la liquidación de CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco de Valencia
La reforma del Frob impone pérdidas para los titulares de las preferentes y crea el ‘banco puente’ para vender los activos rentables de las entidades liquidadas
El Gobierno aprobará –previsiblemente mañana— la reforma legal del fondo de rescate Frob, cuyo borrador ha elaborado el Ministerio de Economía, con Luis de Guindos al frente, y que incluye los mecanismos de liquidación de los bancos inviables.
En el punto de mira están CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco de Valencia. Bankia, por su tamaño –es la cuarta entidad del país— sobrevivirá a la purga, dado que es muy poco probable que se someta a una “resolución ordenada”, que es como el decreto llama al cierre de las entidades.
De hecho, el texto recoge una excepción. El Banco de España podrá mantener las entidades que pongan en riesgo al sistema completo por su «volumen, servicios y operaciones que presta al conjunto del sistema financiero, su interconexión con el resto de grupos o las posibilidades de contagio de sus dificultades al conjunto del sistema financiero en caso de resolución ordenada”.
Además, los inversores en preferentes, u otros productos financieros como deuda subordinada, deberán asumir las pérdidas derivadas de los procesos de desguace. Los tenedores de estos productos en otras entidades no respirarán tranquilos, ya que podrían verse obligados a aceptar importantes quitas, según la reforma pendiente de luz verde.
Directrices europeas
El nuevo marco regulatorio recoge las directrices de la Unión Europea, valedora del rescate de 100.000 millones solicitado por España para su sistema financiero. Nuevamente, «la tesis del Bundesbank se ha impuesto en este marco», según fuentes familiarizadas con la elaboración del texto, cuyo borrador ha sido difundido este jueves por Expansión.
El Ministerio de Economía delegará en el Frob la capacidad para decidir sobre la continuidad de las entidades en problemas. La dureza del nuevo marco legal emerge con las condiciones extremas que deberán cumplir los bancos y cajas que quieran sobrevivir. No sólo deberán ser rentables ahora: su viabilidad futura es un condicionante necesario para evitar el cierre.
Para ser inviable tiene que estar claro “que no es previsible que la entidad pueda reconducir la situación en un plazo razonable por sus propios medios, acudiendo a los mercados o mediante apoyo financiero”, indica el borrador.
El plan de cierre
Una vez aprobada la nueva norma, el Banco de España, a propuesta del Frob, incoará un expediente de cierre y tomará el control total de la entidad sustituyendo a los órganos de gobierno. El texto no recoge si, finalmente, los administradores de las entidades desguazadas deberán responder legalmente por la gestión.
Dos meses después de que el regulador monetario decida la liquidación, presentará el plan de resolución o bien iniciará el proceso concursal. Si opta por la primera de las opciones, el Frob deberá incluir “los instrumentos de resolución, las medidas de apoyo financiero público y la valoración de la entidad”.
Entre las medidas de resolución permitidas se contempla vender el negocio de la entidad, trasmitir los activos y pasivos a un banco puente, o bien cederlos a una entidad de gestión de activos: el banco malo. La nueva norma especifica que el Frob podrá vender sin el consentimiento de los accionistas y en condiciones de mercado. En ese momento, se reactivarán las subastas de las entidades, paralizadas en junio.
El ‘banco puente’, nueva figura
La normativa que el Ministerio de Economía ha diseñado incorpora una nueva figura. Al esperado banco malo se añade ahora el banco puente, una entidad pública de nueva cuña a la que irán a parar las actividades rentables de las cajas que se vayan a cerrar.
“El banco puente será administrado y gestionado con el objetivo de venderlo, o bien vender sus activos o pasivos, cuando las condiciones sean apropiadas y, en todo caso, en un plazo máximo de cinco años desde su constitución”, señala el borrador.
Una vez concluida la operación, se liquidará el banco puente y se devolverá el capital logrado a la entidad en reestructuración o liquidación que traspasó sus activos y/o pasivos a la nueva entidad pública.
En esencia, el nuevo Frob sumará competencias a las que ya tenía. Hasta ahora, la entidad creada en 2009 por el Banco de España gestionaba los procesos de reestructuración de las entidades en dificultades.