El FROB decide el día que entregará la propiedad de CatalunyaCaixa
BBVA asume la antigua caja una vez han culminado los procesos regulatorios y con la transferencia de créditos a Blackstone cerrada
La cuenta atrás para que CatalunyaCaixa deje de ser una empresa pública terminará pronto. El fondo gubernamental FROB, su aún mayor accionista, entregará la propiedad a BBVA el próximo 1 de abril. El grupo que preside Francisco González se adjudicó la entidad en la subasta celebrada en julio pasado.
La fecha que pondrá punto final a la privatización se ha podido fijar una vez recibidas las autorizaciones pertinentes desde Bruselas y a falta de los últimos flecos para zanjar la venta a Blackstone de la cartera de créditos problemáticos, compuesta, esencialmente, por hipotecas impagadas. La transferencia de activos culminará en las próximas dos semanas.
Condiciones más suaves
Finalmente, la Comisión Europea ha decidido atenuar el impacto del cierre de las oficinas instaladas fuera de Cataluña (unas 400). La continuidad de las sucursales se tomará en consideración con la red completa de BBVA como contexto. Las fuentes consultadas esperan que esta autorización suavice el impacto laboral previsto.
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Los sindicatos estiman que hasta 400 personas podrían causar baja de la antigua caja de ahorros. Sin embargo, a tenor de los contactos previos con la cúpula de BBVA –la directora para España del grupo, Cristina de Parias, ha dirigido los trabajos de integración— y de la experiencia anterior de Unnim, se espera que sólo se anoten rescisiones voluntarias.
El coste de la reestructuración supondrá un dispendio de 360 millones este mismo año. Existe una provisión de 190 millones para financiar futuras necesidades de la absorción. Los beneficios de la compra de CatalunyaCaixa empezarán a notarse en la cuenta de resultados de BBVA a partir de 2018.
Más beneficio
Dentro de cuatro años, el saldo excedente mejorará en 300 millones, según lo cálculos que ha hecho públicos el segundo grupo de crédito español. A esta mejora contribuirán exclusivamente el millón y medio de clientes que se traspasarán, a un precio final de 613 euros por cada uno de ellos.
La oferta que realizó González alcanza los 1.187 millones de euros por el 100% del capital de la caja de ahorros. Pero no se abonarán en su totalidad. El desembolso final será de 920 millones debido a la autorización que el Ministerio de Hacienda, capitaneado por Cristóbal Montoro, dio para que se contabilicen 267 millones en créditos fiscales de CatalunyaCaixa.
De tú a tú con Caixabank
El próximo 1 de abril concluirá, por tanto, uno de los culebrones financieros más extensos de España, con el permiso de Bankia y Banesto. La subasta de CatalunyaCaixa se suspendió en dos ocasiones ante la falta de pretendientes. Este verano, según el Gobierno, las ofertas fueron más generosas debido a la limpieza previa del balance de la caja y al ciclo de expansión económica que, por entonces, empezaba.
BBVA, como nuevo dueño, hablará de tú a tú en Cataluña con Caixabank. La cuota de mercado a partir del próximo mes se elevará hasta el 26,5%, a escasas décimas del grupo que preside Isidro Fainé. En toda España, González controlará 14,4% de los clientes (frente al 11,85%), el 16,1% del crédito (desde el 13,5%) y el 15,2% del pasivo (12,8% actual).