El FMI dispara la previsión de crecimiento para España hasta el 2,4% del PIB en 2024
La institución con sede en Washington ha mejorado en cinco décimas su proyección de junio, gracias a una fuerte demanda interna
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha disparado en cinco décimas su previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para este año, elevándolo hasta el 2,4%, debido al fuerte crecimiento de la demanda doméstica, sostenida por el consumo privado y la inversión.
La institución que dirige Kristalina Georgieva ha publicado este jueves su informe final sobre la situación de país, donde ha mejorado en medio punto el crecimiento estimado para este año. Esta mejora de la proyección se produce apenas dos meses más tarde del informe previo, donde estimaba un crecimiento del 1,9% para este año. A principios de año la previsión del avance del PIB era del 1,5%.
El Fondo estima que la actividad mantendrá el pulso de 2023, cuando la economía creció un 2,5%, aunque se ralentizará el que viene hasta el entorno del 2,1%, el mismo porcentaje que estimó anteriormente. En 2026 la previsión es que la economía crezca un 1,8%.
Según el análisis económico de la institución, el consumo privado se fortalecerá conforme la tasa de ahorro de los hogares se normalice y los salarios reales aumenten poco a poco. La inversión se verá fortalecida por los fondos europeos, con un crecimiento previsto del 4,5% para este año, frente a un raquítico 0,8% el año pasado.
En cuanto a la inflación, el FMI apunta a que cerrará el año en el 2,5%, con una media del 2,9% para los doce meses, y que los precios se moderarán aún más en 2025, hasta el 2,3%.
«Con una tasa de crecimiento del 2,5% en 2023 y en momento sólido y continuado de la actividad, la economía española ha demostrado una resiliencia destacable ante la elevada incertidumbre a nivel global y las condiciones financieras más rígidas», alaba el FMI, que destaca la buena evolución de las exportaciones de servicios, del consumo público y la fuerza del mercado de trabajo.
Con todo, señalan que la inversión aún se encuentra por debajo de los niveles de 2019, «y esta debilidad ha contribuido a un bajo incremento de la productividad». La tasa de desempleo sigue siendo la mayor de la Unión Europea, a pesar del comportamiento robusto del mercado de trabajo. La tasa de paro no bajará del 11% en el horizonte de previsión, con una desaceleración de la creación de empleo prevista para el próximo trienio.
En cuanto a las cuentas públicas, el FMI ha agradecido «la continúa mejora en las finanzas públicas», así como el compromiso con la disciplina fiscal a pesar del panorama político tan fragmentado. Con todo, ven necesario un plan fiscal a medio plazo que sea compatible con el crecimiento pero que elimine «ineficiencias» tributarias y aumente la base fiscal.
Según las proyecciones de la institución con sede en Washington, el déficit cerrará este año en el 3% y mejorará hasta el 2,9% el año próximo. Sin embargo, experimentaría un repunte a partir de 2026, subiendo hasta el 3,1%. La deuda se estancará en el entorno del 104% del PIB.