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El déficit comercial español se reduce un 40% en 2023 gracias a la caída de los precios energéticos
El buen comportamiento de las exportaciones y el recorte de los precios de la energía, fundamentalmente del gas, recortan mejoran en 31.000 millones el saldo comercial
MSC Gulsun en Puerto Valencia
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La mejora de los precios energéticos, y en concreto el gas, ha permitido que el déficit comercial del sector exterior español se reduzca en 31.000 millones de euros, hasta los 40.560 a cierre de 2023, de acuerdo con los últimos datos presentados este lunes por la Secretaría de Estado de Comercio.
El mantenimiento de las exportaciones no energéticas y el retroceso de las importaciones de productos energéticos ha permitido un recorte del déficit hasta casi la mitad del que había solo un año antes, 71.604, la cifra más elevada desde 2008 y explicada fundamentalmente por los precios disparados tras la invasión rusa a Ucrania.
En volumen, las exportaciones de bienes superaron los 383.688 millones de euros a cierre de 2023, el segundo mejor año de la serie histórica, solo por detrás de 2022. La caída de las ventas al extranjero (-5.500 millones) se explica por una mayor debilidad de los socios comerciales, entre ellos la Unión Europea y, especialmente, Alemania; y, sobre todo, por la caída de las exportaciones energéticas (-7.900 millones), en un contexto de abaratamiento de la energía.
La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, ha señalado en una rueda de prensa que, a pesar de la desaceleración del comercio a nivel global, el sector exterior español se mantiene fuerte, siendo uno de los principales «motores» de crecimiento económico. «El sector exterior ha tenido un papel fundamental para la recuperación de la economía española tras la pandemia y ha mostrado gran resiliencia frente a los shocks externos como la guerra en Ucrania o el conflicto en Gaza», ha abundado.
Por sectores, el automóvil, los bienes de equipo y el sector agroalimentario fueron los tres segmentos que más positivamente aportaron a la tasa de variación anual y, en el caso del agroalimentario, alcanzaron máximos anuales de superávit.
El principal destino fue la Unión Europea, concentrando el 62,7% de las ventas totales, mientras que el restante (37,3%) correspondió a terceros países.
