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El BCE alerta que el ‘impuestazo’ a la banca pone en riesgo a las entidades menos solventes ante posibles crisis
El dictamen de banco central apunta que el impuesto a la banca "erosiona la rentabilidad y el perfil de mercado de las entidades de crédito pertinentes"
El Banco Central Europeo (BCE) ha publicado su opinión sobre el impuesto a la banca negociado entre el Gobierno y sus socios parlamentarios y advierte de que su aplicación general supondrá que las entidades menos solventes o con dificultades en las proyecciones de capital tendrían menos capacidad de respuesta ante posibles crisis económicas.
El Congreso de los Diputados requirió a la entidad que dirige la francesa Christine Lagarde un dictamen sobre los potenciales efectos del proyecto de ley que crea un Impuesto Complementario a las grandes empresas, que se utilizó para reformar y hacer permanente el tributo a la banca, sobre el sistema financiero.
El dictamen, firmado por la propia Lagarde y con fecha del 17 de diciembre, apunta que «la base sobre la que se establecería el impuesto no tiene en cuenta todo el ciclo económico y no incluye, entre otros, los gastos operativos ni el coste del riesgo de crédito», por lo que la cuantía a abonar por parte de las entidades «puede no ser plenamente proporcional a la rentabilidad de una entidad de crédito y a su capacidad de generación de capital».
El supervisor sostiene que la aplicación general del impuesto podría suponer que aquellas entidades de crédito con menor solvencia o con dificultades en las proyecciones de capital «podrían reducir su capacidad de absorber los posibles riesgos a la baja derivados de una desaceleración económica».
Además, el nuevo diseño del impuesto lo hace progresivo en función de las cuantías de los márgenes. La progresividad del gravamen, «aplicable a medida que aumenta la base liquidable», podría dar lugar a que aquellas entidades con una menor rentabilidad o incluso con pérdidas tras la deducción de pérdidas crediticias «acaben pagando un impuesto a un tipo efectivo más elevado, ya que la hipótesis implícita en el cálculo del gravamen de que las entidades de crédito con una base liquidable mayor tienen beneficios netos superiores no siempre es el caso».
El Senado dio luz verde este martes a la reforma fiscal que incluye el impuesto a la banca con una serie de cambios impulsados por el PP. La votación definitiva se producirá mañana en el Congreso de los Diputados, por lo que el dictamen llega en un momento clave para su tramitación.
El documento critica que la reforma fiscal «da lugar al reconocimiento de los gastos derivados del impuesto en 2024, lo que erosiona la rentabilidad y el perfil de mercado de las entidades de crédito pertinentes», por lo que pide «analizar los efectos contables del impuesto a fin de evitar consecuencias no deseadas para la solvencia y la posición competitiva de las entidades de crédito».