El BBVA aplaude los recortes de Artur Mas
El economista jefe de la entidad en España, Miguel Cardoso, asegura que el ejecutivo convergente cumplirá con los objetivos de déficit en 2012 porque “es un Govern de políticas creíbles”
El Govern de la Generalitat ha sumado este lunes un nuevo apoyo a su política de recortes: el BBVA. En la presentación del informe económico semestral que realiza la entidad, el economista jefe en España, Miguel Cardoso, ha avalado las medidas de consolidación fiscal que se han puesto en marcha en Catalunya en 2011 y se prolongarán en 2012. Asimismo, ha asegurado que «no hay nada que nos haga pensar que el próximo año no se cumplirán con los objetivos de déficit fiscal previstos» porque “es un Govern de políticas creíbles”. Es decir, llegar al -1,3% del PIB.
Cardoso ha reconocido que el tijeretazo a las cuentas públicas deprime a corto plazo la economía catalana, especialmente la demanda interna, “pero a medio y largo plazo es positivo”. En este sentido, ha explicado que “sin la consolidación fiscal, la financiación externa no estaría disponible por la falta de confianza de los prestamistas”. Un escenario que conllevaría “ajustes más intensos y de mayor impacto”.
Según el estudio del BBVA, el saldo vivo de deuda en el segundo trimestre de 2011 llega casi al 19% del PIB regional. Por encima de la media de las comunidades autónomas, que es del 12,4%, y sólo superado por la Comunidad Valenciana. Eso si, el banco mantiene la previsión positiva de crecimiento en el 0,8% tanto para este año como para el próximo.
Ajuste del sector inmobiliario
Por otro lado, el análisis económico de la entidad señala como reto indispensable ajustar las desviaciones del mercado inmobiliario. Destacan que la corrección hasta la fecha ha sido menor que en el resto de comunidades autónomas, tanto en el precio (reducción del 21,5% frente al 24,1% español) como en el número de transacciones (caen el 150% respecto el mismo periodo del año anterior, 2,6 puntos menos que en el resto de la península).
Cardoso ha comentado que los precios de los inmuebles en Catalunya aún tienen que bajar “entre el 30 y el 35%”, mientras que en el resto del país el ajuste pendiente «es del 25%». También ha detallado qué supondrá para la banca la sobrevaloración del tocho: “Para afrontar las pérdidas, las necesidades de capital en 2013 rondaran los 50.000 millones de euros”.
En línea con otras previsiones, confían en la evolución positiva de las exportaciones como salvavidas de la economía catalana. Para facilitar que las empresas crucen fronteras, piden al Ejecutivo de Mas y al futuro Gobierno de Mariano Rajoy que impulsen medidas que faciliten la internacionalización.