El Banco de España se anticipa al efecto Escrivá y prepara una mejora de sus previsiones económicas

Una intervención del director general de Economía y Estadística avanza que los últimos datos conocidos anticipan una mejora del crecimiento para los próximos años

José Luis Escrivá

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Las primeras proyecciones económicas de la ‘era Escrivá’ como gobernador del Banco de España serán mejores que las previsiones trimestrales anteriores, aunque solo sea por un «efecto mecánico», y aquí el ya exministro tendrá poco que ver, aunque pueda verse como el primer espaldarazo al Gobierno que acaba de abandonar.

Una intervención del director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, durante la XXI Iberian Conference ya anticipa que una serie de datos mejor de lo esperados supondría, con una traslación «mecánica» a las previsiones, una «revisión al alza del crecimiento del producto interior bruto (PIB) español durante el periodo 2024-2026», precisamente el horizonte de proyección con el que trabaja la institución.

El Banco de España tiene previsto publicar el informe con sus nuevas proyecciones macroeconómicas trimestrales en apenas dos semanas, el 17 de septiembre, en plena turbulencia por el desembarco de José Luis Escrivá como nuevo gobernador de la institución y entre las dudas de quién será la ‘número dos’ del hasta ahora ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública.

Los supuestos con los que trabaja el servicio de estudios de la entidad, que recibió duras críticas del nuevo gobernador durante su mandato como ministro de Seguridad Social, se cierran con bastante antelación, casi un mes antes de la publicación de las proyecciones, por lo que esta revisión al alza no se debería entender como una respuesta al aterrizaje de Escrivá.

En su último informe, el Banco de España elevó al 2,3%, cuatro décimas más que en la proyección anterior, su escenario de crecimiento del PIB para este año, mientras que mantuvo el 1,9% para 2025 y una ligera desaceleración hasta el 1,7% para 2026.

Ahora bien, desde aquel informe hay datos nuevos que dejan «anticuadas» esas proyecciones, como reconoce la presentación empleada por el propio Gavilán. El primero, el avance de la Contabilidad Nacional para el segundo trimestre de este año, que arrojó un crecimiento del PIB del 0,8% sobre el periodo anterior. El Banco de España en su previsión estimaba que el avance trimestral fuera de cinco décimas, por lo que superó las expectativas.

Además, aunque la creación de empleo muestra ligeros síntomas de desaceleración, «los indicadores coyunturales del tercer trimestre sugieren que el crecimiento a corto plazo se mantiene robusto«.

Hay más vientos de cola para la economía española que provocarán esa revisión al alza de la proyección del 2,3% del PIB. Entre ellos, la bajada de los precios de los contratos de futuro del petróleo y también la senda descendente prevista para las tasas de los tipos de interés. «La senda esperada para algunas de las variables externas clave se han vuelto más favorables al crecimiento», sostiene la entidad.

Otro dato clave es la reducción de la inflación en los últimos meses, a pesar de que la subida de los precios en los servicios siga siendo más estable de lo previsto inicialmente.

Con todos estos elementos, a juicio del supervisor, una revisión mecánica supondría la citada revisión del crecimiento para el próximo bienio, aunque las proyecciones de inflación (3% de media en 2024, 2% en 2025 y 1,8% en 2026) se mantendrían estables.

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