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Atención al usar efectivo: así controla Hacienda las transacciones sospechosas
La Agencia Tributaria dispone de distintos mecanismos para vigilar los pagos e ingresos y retiradas de dinero en su lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales
La economía sumergida es un problema estructural en España. Esta representa entre 230.000 y 240.000 euros, cerca de un 17% del PIB. Una problemática que Hacienda quiere controlar, poniendo el foco en la circulación del dinero en efectivo.
Aunque cada vez es más habitual pagar con tarjeta bancaria o a través del teléfono móvil, la Agencia Tributaria sigue teniendo en el punto de mira las retiradas o ingresos en los cajeros automáticos, así como los pagos de grandes cantidades en efectivo, en su lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales.
Hacienda no está atenta a todo lo que sucede en un cajero, pero hay que tener en cuenta que sí que pone el foco cuando la cantidad que se retira es alta o sospechosa.
En concreto, la normativa española prevé un límite de 100.000 euros para el dinero efectivo que se puede llevar consigo sin incurrir en multas. Si se necesita llevar una cantidad superior, los ciudadanos deben obtener una declaración firmada que justifique la movilización de tal suma.
Límites de Hacienda al pago en efectivo
Con el objetivo de luchar contra el fraude fiscal, la Ley Antifraude contempla los 1.000 euros como límite en los pagos en efectivo, en el caso de los pagos en los que alguna de las partes actúa en calidad de empresario o profesional. Anteriormente, el tope eran 2.500 euros. Se trata de una directiva europea que afecta a todos los Estados miembros de la UE.
En este sentido, el Banco de España recuerda que se consideran infractores tanto el pagador como el que recibe la cantidad en efectivo, por lo que ambos responden de forma solidaria de la sanción que Hacienda podría llegar a imponer, que será del 25% de la cantidad pagada en efectivo de la operación que supere el límite de 1.000 euros.
Precauciones al guardar dinero en casa
Por otro lado, también tiene algunos riesgos guardar dinero en efectivo en el domicilio. Aunque es legal, hay que justificar de donde ha salido ese dinero. Si no se lleva a cabo la declaración de la renta o no queda bien demostrado el origen de esta cantidad, puede ser que la Agencia Tributaria haga preguntas.
Por ello, hay que vigilar a la hora de ingresar o retirar efectivo del cajero automático en cantidades superiores a 3.000 euros, pues tal como indica el Banco de España, la entidad financiera puede exigir al cliente que se identifique cuando ingrese el dinero, y «lo hará necesariamente» cuando realice una operación en efectivo por un importe igual o superior a 1.000 euros, sea un ingreso o una retirada.
Asimismo, en las operaciones bancarias en efectivo de más de 3.000 euros es cuando hay que ir con más cuidado con Hacienda, pues la Orden EHA 98/2010 recoge que «las entidades de crédito deberán incluir en la declaración informativa de las imposiciones, disposiciones de fondos y de los cobros de cualquier documento, cuando su importe sea superior a 3.000 euros, los siguientes datos referidos a las operaciones realizadas: nombre de la persona que realiza la operación, fecha, carácter de imposición, dinero en euros y número de cuenta con los que se realiza la operación».
Por lo tanto, a partir de esa cantidad Hacienda podría iniciar una investigación, por lo que los bancos recomiendan a sus clientes que realicen un justificante de la operación, para que este se pudiese entregar a la Agencia Tributaria en caso de que empezasen sus indagaciones.