La destrucción de empleo en todos los sectores provoca el peor arranque de año en una década
La caída de la ocupación supera la media prepandemia y es la pérdida de empleo más acusada desde 2014. El paro sumó 117.000 personas
Todos los sectores destruyeron empleo en el primer trimestre de 2024, un mes particularmente malo para el mercado laboral de nuestro país, con una pérdida de empleo superior a la habitual en el periodo prepandémico que ni siquiera la Semana Santa temprana -a finales de marzo- pudo contrarrestar.
En total, la ocupación cayó en 139.700 personas, muy superior al descenso que se registró a principios de 2023 (entonces fueron 6.500 empleos menos), aunque el del año pasado fue un año muy positivo para el comportamiento habitual del primer trimestre. Los tres primeros meses del año son un periodo de transición, entre el final de la etapa navideña y el arranque de la temporada turística, por lo que los datos de empleo suelen ser negativos.
A la vista de los buenos datos de afiliación de los últimos meses, se esperaba unos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) mejores a los publicados por el INE. La caída en términos intertrimestrales es muy superior a lo habitual en el periodo prepandemia (108.500) y se trata, exceptuando el año pandémico, de la mayor destrucción de empleo en un inicio de año desde 2014. Y si bien los datos en términos interanuales siguen siendo positivos (615.800 puestos de trabajo más que hace un año), el ritmo de creación de empleo se desacelera desde el 3,6% al 3%.
La ralentización llega al empleo
La subida del paro también ha sido más acusada de lo previsto, con un repunte de 117.000 desempleados que ha llevado la tasa de desempleo por encima de la barrera psicológica del 12%, tras escalar medio punto hasta el 12,4%.
Por sectores, el sector Servicios destruyó 56.100 puestos de trabajo; la Industria se dejó 38.500 ocupados; el campo restó 27.600 personas; y la construcción perdió 17.400 empleos. Una pérdida que se produjo tanto en el sector privado (114.100 ocupados menos), como en el público (25.600 menos), aunque en ambos casos sigue siendo superior a los niveles del pasado año.
Los datos de la EPA arrojan una ralentización en el mercado laboral que, hasta ahora, era la variable económica que estaba funcionando a un mejor ritmo y que estaba tirando del resto de campos de la economía. A costa de la productividad, eso sí. «Se ha moderado el ritmo de creación de empleo, aunque es vigoroso, lo cual tiene una lectura negativa para la economía española por su problema crónico de baja productividad», opinan desde la patronal Cepyme en un comunicado.
La productividad sigue en descenso
Algo en lo que coincide el análisis de Randstad: «El empleo sigue creciendo de forma superior al crecimiento del PIB y eso profundiza el descenso de la productividad», detallan.
Desde la patronal de las grandes empresas CEOE destacan que las horas trabajadas han caído en términos interanuales un 0,3%, «el primer retroceso desde el primer trimestre de 2021, a pesar del aumento interanual del número de ocupados».
¿Cuál es la causa de esta ralentización? Para Cepyme, la parálisis institucional y la inseguridad jurídica, para lo que serían necesarias «medidas estabilizadoras que alienten las decisiones de inversión y contratación en vez de obstaculizarlas».
Sin embargo, en Economía prefieren destacar que las cifras del primer trimestre consolidan los 21 millones de ocupados en el mercado laboral español, una cifra histórica, al tiempo que hablan de «dinámica positiva» fijándose en los datos desestacionalizados. Con esta variable, la ocupación habría aumentado en 114.600 trabajadores.