Desastre en los SEPE autonómicos: Cataluña solo coloca al 0,6% de los que piden trabajo
Los servicios públicos extremeños son los que mejor encuentran empleo a sus parados, con una tasa del 16,7% de colocaciones por demandante de empleo. A nivel nacional la media es del 2,9%
El problema del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) no pasa únicamente por su gestión a nivel estatal. El traspaso de la gestión de las políticas activas de empleo a las comunidades autónomas supuso descentralizar el antiguo INEM, que pasó a ejercer labores de coordinación y centralización de los distintos organismos regionales.
Sin embargo, la gestión de estos servicios es manifiestamente mejorable, a la luz de los datos. Entre enero y agosto de este año, los meses para los que existen estadísticas disponibles, los servicios de empleo han gestionado 126.984 colocaciones a través de las ofertas registradas en sus oficinas. En total, han encontrado trabajo para el 2,91% de las personas inscritas como demandantes de empleo, una cifra que incluye no solo el paro registrado, sino también a otros ocupados que buscan trabajo o a los fijos discontinuos, entre otros.
Sin embargo, el desempeño de estos servicios autonómicos es muy distinto entre comunidades. Hay algunas, como Extremadura, que destacan por su eficiencia, comparada con los parcos resultados que arrojan el resto de servicios, todos por debajo del 5%.
De Extremadura a Cataluña: los datos de empleo
Así, el caso de Extremadura llama la atención porque fue capaz de colocar a 21.411 personas a través de ofertas gestionadas en sus servicios de empleo. La tasa de colocaciones por demandantes de empleo arroja un 16,75%, la mayor de todas las regiones.
Le sigue de lejos Andalucía, que si bien en términos de volumen coloca a prácticamente la mitad de los empleados que encontraron trabajo mediante su oficina de empleo (51.670), en relación con el volumen de demandantes de empleo en la región más poblada cae hasta el 4,31%. Cerca están los servicios castellano-manchegos: sus 7.504 colocaciones representan el 4,15%.
Ligeramente por encima de la media nacional está Castilla y León (3,09%), pero todas las demás se encuentran por debajo: País Vasco (2,84%), Aragón (2,76%), Cantabria (2,56%), La Rioja (2,52%), Navarra (2,39%), Baleares (2,29%), Asturias (2,10%), Madrid (1,98%), Canarias (1,61%), Galicia (1,25%) y Murcia (1,15%).
En el furgón de cola, y por debajo del 1%, se encuentran Cataluña (0,60%) y la Comunidad Valenciana (0,92%). En el caso catalán, los servicios de empleo solo han gestionado 2.926 colocaciones a través de ofertas publicadas en el servicio, en tanto que los valencianos lo han hecho con 5.064 personas.
Los sindicatos y patronal cargan contra el SEPE
Las críticas contra los servicios de empleo arrecian tanto por parte de los sindicatos como de las patronales. La patronal Cepyme criticó la semana pasada el papel del servicio público a la hora de paliar la falta de trabajadores en las pymes. «El SEPE no contribuye todo lo que podría a aliviar esta situación del mercado laboral, pues sus resultados a la hora de intermediar en la colocación no son lo exitosos que sería deseable: apenas logra colocar a menos del 5% de inscritos como demandantes de empleo», denuncia la patronal de la pequeña y mediana empresa.
Los sindicatos también han sido contundentes, llegando a asegurar que su papel es deficiente. En su caso, la respuesta pasa por aumentar la financiación. «Necesitamos que las personas desempleadas no sean un número, sino hombres y mujeres, con cara y ojos, que se les atienda y se les haga un currículo, que se les pueda formar y se les haga un camino de inserción», insistió hace unas semanas el líder de la UGT, Pepe Álvarez. «Cuando ha habido experiencias de inversión, los resultados se han visto. Pero que no sean flores de un día, sino que se mantengan como políticas potentes», detallaron desde la secretaría de Acción Sindical de CCOO a Economía Digital.
Detrás de los fallos de diseño de las políticas activas de empleo (PAE) puede estar, apunta un reciente artículo de Funcas, el hecho de que se descentralizaran para tratar de hacerlas más efectivas. «El reparto competencial puede estar detrás de que ni la activación ni la modernización de los sistemas públicos de empleo (SPE) haya sido satisfactoria. Con independencia de que la escasez de mano de obra y las vacantes sean cuestiones complejas, su reciente protagonismo hace que la coordinación de las políticas activas y pasivas de empleo y, muy especialmente, la reforma y modernización de los SPE y de las PAE, sean asignaturas pendientes que no pueden continuar posponiéndose», advierte el documento.
Mientras, el reglamento que convertiría el SEPE en la nueva Agencia Española de Empleo, clave para mejorar su funcionamiento, lleva un año de retraso tras su aprobación en la Ley de Empleo. En junio de 2022 la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se marcó un horizonte temporal de seis meses.