La denuncia de Ayuso contra la planificación de la red eléctrica revela un retraso que amenaza el ‘boom’ renovable
La entrada masiva de renovables en el sistema eléctrico obliga a reconfigurar el diseño de las redes, y aunque las interferencias políticas resuenan mucho, el verdadero problema son los retrasos
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha conseguido poner de actualidad el complejo asunto de la planificación de las redes eléctricas en España. Lo ha hecho con una denuncia sobre un agravio contra la región que preside —difícil de cuantificar—, pero que ha servido para revelar el retraso que llevan las actuaciones del plan, y las consecuencias para el desarrollo renovable.
La Junta de Andalucía, desde hace varias semanas, también ha trasladado a la opinión pública que la planificación de la red eléctrica en España les perjudica. Y ha sido este martes cuando Díaz Ayuso ha terminado de trocear el melón.
Ambas comunidades insisten en que el ‘Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026‘ les perjudica para el desarrollo industrial de sus regiones, la atracción de inversiones y la captación de mano de obra. Ayuso alega que, en la última actualización de dicho plan, en la denominada ‘Modificación de aspectos puntuales’, la Comunidad de Madrid sale mal parada.
Pone el ejemplo de la subestación de Algete (Madrid), que no se ha dedicado ninguna cantidad en esta actualización del plan. El presupuesto ya estaba indicado en el diseño inicial, la referencia de los “0€” en su coste es, precisamente, porque ya se ha descontado. De hecho, esa actualización aborda los planes que tienen mayor prioridad.
El documento contradice esta tesis. «Las necesidades asociadas a la transición energética y la electrificación y la digitalización de la economía están dando pie a la aparición de nuevos proyectos (…). Muchos de ellos se caracterizan por conllevar unos consumos de electricidad significativos, razón por la cual se requiere su abastecimiento directamente desde la red de transporte eléctrica. En concreto, en la zona centro (Madrid y Castilla-La Mancha), ha surgido la necesidad de abastecimiento de este tipo de consumidores en Algete 220 kV».
Según ha podido constatar ECONOMÍA DIGITAL en diversas fuentes del Partido Popular, el malestar es transversal en la formación azul: apoyan a Ayuso en su reclamación. Argumentan que en la actualización del plan Madrid solo recibe una actuación del total de 68 que se han efectuado con un presupuesto de 320 M€.
Explican dichas fuentes que «hay muchos inversores que quieren invertir ya y no estar a expensas de la nueva planificación 2025-30». También alertan sobre otra cuestión fundamental: «Uno de los problemas de la planificación puede ser que no sea dinámica, pero no es menos cierto que van a elevar en 320 M€ la inversión de los que se han priorizado modificaciones para algunas actuaciones y otras consideradas también muy necesarias, no se han tenido en cuenta».
El complejo debate sobre los presuntos agravios es si el Ministerio dirigido por Teresa Ribera ha hecho oídos sordos a las peticiones de la Comunidad de Madrid; o si ya estaba previsto en el plan inicial, y por lo tanto no es urgente. Aunque el gran problema señala en otra dirección: una mala planificación de la red eléctrica supondrá un tapón en el desarrollo renovables, sobre todo, porque en los próximos dos años se prevé una llegada masiva.
Un problema de tiempos
Al margen de las discrepancias políticas, que pueden estar más o menos justificadas en función de lo que cada uno crea que es más importante —si apoyar la demanda o la generación—, los retrasos en el plan de las redes eléctricas son un problema mayor.
Según detalla la publicación especializada Energía Estratégica, de los 171 planes de actuación para ampliación de subestaciones para integración de proyectos de energías renovables, solo ha habido avances en 57.
Fuentes del sector explican a este medio que no se trata de procesos sencillos, ni para Red Eléctrica —encargada de la gestión—, ni para el Ministerio para la Transición Ecológica, que tiene que tramitar los permisos administrativos y de construcción.
Pero el problema es mayúsculo. La investigación detalla que, según lo publicado en el BOE, el avance hasta 2023 ha sido muy bajo. Quedan dos años de aplicación, aunque la conflictividad es la misma.
Desde el sector explican a ECONOMÍA DIGITAL que el gran problema que está teniendo el ‘Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026’ es su gran falta de flexibilidad para adaptarse a las nuevas demandas energéticas.
Estiman que debería tener una planificación menos rígida, y que ya se está avanzando en otro plan, ‘plan 2025-2030′ —que se superpondrá al actual—, cuando en realidad se debería avanzar en el ‘plan 2027-32′.
La propia Red Eléctrica ha reconocido que existen otras planificaciones en otros países con horizontes con mayor duración, pero que a su vez incluyen gran capacidad para llevar a cabo revisiones.