De Guindos nacionaliza el banco de Caixa Penedès
El fondo de rescate Frob será el mayor accionista de BMN
El fondo de rescate Frob tomará el control del capital de Banco Mare Nostrum (BMN), la entidad presidida por Carlos Egea resultante de la fusión entre Caixa Penedès, Sa Nostra, Murcia y Granada. El instrumento público para recapitalizar bancos sin la solvencia mínima exigida por los últimos decretos del Ministro de Economía, Luis de Guindos, también asumirá CEISS, fruto de la fusión de Caja España y Duero.
La medida se activa después de que la Comisión Europea (CE) haya trasladado al gobierno español el convencimiento de que la intervención pública a través del Banco de España –propietario del Frob– será la mejor fórmula para recapitalizar ambas entidades. De este modo, los bancos recibirán una inyección directa procedente del fondo público que salvó en su día a Bankia, CatalunyaCaixa y Novagalicia.
Inyección directa
Se descarta así la previsión inicial de que el apoyo público que BMN y CEISS iban a recibir llegaría a través de bonos convertibles contingentes (cocos, en el argot financiero). Estos instrumentos suponen la garantía de que, en caso de no devolverse el préstamo público o de perder un umbral de capitalización, el dinero invertido en la ayuda se convierte en acciones de la entidad controladas por el Estado.
La opción que se ejecutará en el banco de Penedès será la misma por la que se asumió el control de CatalunyaCaixa, es decir la entrega directa de recursos a cambio de acciones. El gobierno español y la CE pactaron in extremis la ampliación de la primera disposición de la ayuda del rescate europeo. Se han abonado 1.700 millones más que lo previsto. Este miércoles han llegado los recursos a Madrid y se ha dado luz verde a la operación sobre BMN y CEISS.
Mismos directivos
De Guindos cree que para estas operaciones bastará con unos 1.500 millones de la ayuda europea para la banca, aunque para determinarlo con exactitud habrá que esperar a que Bruselas apruebe la próxima semana los planes de reestructuración, que se beneficiarán del traspaso de activos inmobiliarios al banco malo.
La CE no exigirá a estas entidades que cambien sus equipos de gestión ni previsiblemente que lleven a cabo una reestructuración tan drástica de sus plantillas y red de oficinas como las del resto de entidades Frob, si bien tendrán que aplicar quitas en los canjes de participaciones preferentes y deuda subordinada.
Privatización
Para que la inyección de fondos públicos en BMN y CEISS se haga lo antes posible, se necesita una valoración independiente de los dos grupos, que determinará exactamente el porcentaje del capital que quedará en manos del Frob, previsiblemente a comienzos de 2013. De hecho, aunque el Estado se vaya a convertir en el principal accionista de BMN, el grupo tendrá un plazo de hasta cinco años para que la participación pública se privatice.