Cuerpo excluye la reducción de jornada de sus proyecciones de productividad para 2025

El Gobierno ha mejorado la previsión de productividad por hora trabajada para 2025 en dos décimas, pero no incluye el potencial impacto de la jornada porque aún no está en vigor

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. ECONOMÍA DIGITAL

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El Gobierno ha mejorado sus proyecciones económicas para los próximos años: España crecerá más (un 2,6% en 2025 y un 2,2% en 2026) y llegará hasta los 22,9 millones de ocupados al final del bienio, un récord histórico de empleo, con la menor tasa de paro (9,7%) desde el estallido de la burbuja inmobiliaria.

El nuevo escenario que ha diseñado el Ministerio de Economía, que dirige Carlos Cuerpo, contempla un crecimiento para este ejercicio en el que tanto el consumo privado como el de las Administraciones Públicas tendrán un protagonismo mayor, ligeramente en detrimento de la inversión productiva. Pero no solo eso: el detalle también arroja que la productividad será mejor de lo previsto para 2025, con un incremento de la eficiencia económica por hora de trabajo del 0,5%.

Ahora bien, poco tendrá que ver en este escenario el recorte de las horas de trabajo que el Consejo de Ministros aprobó también el pasado martes. Fuentes del departamento de Cuerpo confirman que en este nuevo escenario no están incorporados los efectos de la reducción de la semana laboral de 40 horas a 37,5 horas, ya que la normativa aún no está en vigor (el Ejecutivo apenas ha dado el primer paso de su tramitación antes de ir al Congreso) y estas proyecciones se hacen a políticas constantes.

Oficialmente en el Ejecutivo defienden que el recorte de jornada tendrá intrínsecamente un efecto positivo sobre la productividad, en tanto que la reducción de media hora al día (aunque el tiempo de trabajo está anualizado y su organización corresponde a la empresa) eliminará tiempos muertos e improductivos, mejorando también el bienestar de los empleados. Una suerte de círculo virtuoso que beneficiará a la riqueza que se genera por cada hora de trabajo.

La complicada tramitación de la jornada

Pero el escenario macroeconómico aún no lo contempla. El Ministerio de Economía estima que la productividad por hora de trabajo avanzará un 0,5% en 2025, dos décimas más de lo proyectado en el Plan Fiscal Estructural a Medio Plazo que remitió a Bruselas a finales del año pasado, mientras que subirá un 0,5% en 2026.

El relato de la productividad por ocupado (es decir, la riqueza generada por cada trabajador) también cambia sustancialmente en relación con el anterior cuadro macroeconómico. Entonces se estimaba que esta variable apenas ascendería un 0,2% en 2024, mientras que los datos del INE arrojan un incremento del 1%. De cara a 2025, aunque el Gobierno hace unos meses creía que esta descendería (un -0,1%), ahora apuntan a un leve incremento (0,1%) y un equilibrio (0%) para el año próximo.

En cuanto al mercado laboral, la previsión es que las horas totales que se trabajan en la economía española también suban más de lo anticipado anteriormente, una décima porcentual tanto en 2025 (2,1%) como en 2026 (1,8%). De nuevo, métrica para la que no está cuantificada la reducción de la jornada.

Una de las razones por las que el Gobierno puede no haber incluido la reducción de jornada en sus proyecciones es por el complejo calendario legislativo al que se enfrenta el proyecto. Primero, ha de salir del Consejo de Ministros como proyecto de ley, lo que sucederá en dos o tres semanas. Ahí, tendrá que entrar en el Congreso y pasar por los trámites parlamentarios, a los que también hará frente en el Senado donde, previsiblemente, el PP hará uso de su mayoría en la cámara para frenarla.

A esto hay que sumar el hecho de que, a día de hoy, el Gobierno no cuenta con los votos necesarios para poder aprobar esta reforma. La coalición que preside Pedro Sánchez necesita todos los votos del bloque de investidura, con Junts como pieza clave. Y los neoconvergentes no están demasiado por la labor de sacar, así como así, el proyecto estrella del Ejecutivo.

En La Moncloa trataron de trasladar toda la presión al PP, que no ha dejado clara su postura sobre este asunto. Pero la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, marcó postura y fijó posición: "Me parece profundamente tirano e insensato cómo se ha hecho".

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Álvaro Celorio

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