La crisis del Mar Rojo dispara un 300% los costes del transporte marítimo
El incremento se debe a que los buques comerciales han de adoptar rutas más largas y costosas para evitar la zona de conflicto
La crisis del Mar Rojo han disparado los costes de transporte marítimo un 300%, avivado el temor a los cuellos de botella en la cadena de suministro y agravado los riesgos de inflación, según informe elaborado por Crédito y Caución.
«El incremento se debe a que los buques comerciales han de adoptar rutas más largas y costosas para evitar la zona de conflicto y soportar un aumento de los costes de los seguros», explican en el informe.
Alrededor del 30% de todo el transporte marítimo de contenedores pasa por el Mar Rojo, un canal crucial para la carga que viaja de la región de Asia-Pacífico a Europa. Ante los ataques dirigidos aparentemente contra buques israelíes, los transportistas marítimos han suspendido sus operaciones en la zona, desviando los buques alrededor del Cabo de Buena Esperanza.
El cierre de la ruta podría reducir la capacidad de transporte un 20 %
De acuerdo a Crédito y Caución, el efecto acumulativo de nueve días más en el mar perturbará inevitablemente la logística mundial y las cadenas de suministro. De hecho, afirman que el cierre efectivo de la ruta del Mar Rojo podría reducir la capacidad de transporte marítimo internacional en torno a un 20%.
En este sentido, el informe considera que es probable que la modificación de las cadenas de suministro, más largas y menos seguras, provoque escasez de productos en algunos sectores.
Las empresas europeas serán las más afectadas a corto plazo ya que los fabricantes europeos importan una amplia gama de bienes intermedios de Asia-Pacífico, como equipos eléctricos, bienes de alta tecnología, caucho y plásticos, productos químicos y maquinaria.
Si la crisis se prolonga, es posible que aumenten los tiempos de espera, los precios y la congestión en los puertos, lo que puede acelerar el retorno a una mayor disposición a mantener niveles de inventario más altos por precaución.
Una crisis breve
El escenario principal es que la crisis sea relativamente breve aunque en el supuesto de que el Mar Rojo se cerrara a la navegación durante varios meses y los costes de flete se mantuvieran elevados, se añadirían en torno a 0,7 puntos porcentuales a la tasa global del IPC para 2024 (que actualmente se prevé que descienda al 4,1 %, tras registrar un 6 % en 2023).
En esta línea, ven improbable que la crisis invierta la tendencia a la baja de la inflación o que obligue a suspender los recortes de los tipos de interés previstos para mediados de este año.
“Es previsible que el impacto de los ataques de los Houthi y el aumento de los costes del transporte marítimo en la inflación mundial sea bastante limitado. Como mucho, ralentizará el ritmo al que la inflación se está normalizando en la actualidad desde el pasado máximo postpandémico”, explica el economista senior de Atradius y especialista en Oriente Medio, Niels de Hoog.
Y es que, aunque los costes de transporte han subido sustancialmente, están considerablemente por debajo del máximo que alcanzaron durante la reactivación postpandémica. Además, la amenaza Houthi ha tenido hasta ahora poco impacto en los precios del petróleo, que son aún inferiores a los meses previos al inicio de los ataques.
«Se trataría de un impulso insuficiente para invertir las tendencias actuales de moderación de los precios y es poco probable que provocase un replanteamiento de los bancos centrales de sus recortes de tipos», sentencian.