Casi 1,9 millones de personas tuvieron un contrato fijo discontinuo en 2022
Casi 1,9 millones de personas en España tuvieron en algún momento del año 2022 un contrato fijo discontinuo y, de ellas, el 54% contó con este tipo de contrato por primera vez, es decir, nunca habían estado en esta situación, según estimaciones de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
Así se pone de relieve en el ‘IX Observatorio trimestral del mercado laboral’, presentado este jueves en la Universidad Internacional de Andalucía, en Sevilla. Este informe es impulsado por Fedea junto a BBVA Research y Sagardoy Abogados.
Según este informe, entre las personas con nuevas afiliaciones en 2022, el 22,4% tuvieron un contrato fijo discontinuo, de acuerdo con el análisis realizado a partir de la Encuesta Continua de Vidas Laborales.
Además, las empresas de trabajo temporal (ETT) aglutinaron cerca del 75% de la contratación fija discontinua en 2023. Los fijos discontinuos representaron un 42% de los contratos gestionados por las ETT.
Creación de empleo
Por otra parte, el informe resalta que la creación de empleo continuó en el cuarto trimestre de 2023, pero a menor ritmo que en los trimestres anteriores. Los asalariados del sector público y los trabajadores por cuenta propia explicaron el avance de la ocupación, pues el nivel de empleo asalariado del sector privado apenas cambió.
La creación de empleo impulsó las horas trabajadas por el conjunto de los ocupados, que aumentaron un 0,7% trimestral, al tiempo que las horas por ocupado, que habían disminuido en el tercer trimestre, se estabilizaron en el cuarto. De este modo, la ocupación y las horas trabajadas continuaron por encima de los registros prepandemia, mientras que las horas por ocupado se mantuvieron por debajo.
Además, las productividad real por ocupado cayó, pero menos que en el trimestre precedente, y se situó un 1,4% por debajo del nivel anterior a la pandemia.
Asimismo, la tasa de paro no varió a pesar de la estacionalidad desfavorable, estabilizándose en el 11,8%, mientras que la incidencia del desempleo de larga duración se redujo cinco décimas hasta el 43,0%.
En paralelo, el observatorio de Fedea resalta que la revalorización salarial se moderó, pero el crecimiento de los costes laborales unitarios superó el 6%. Y todo mientras la tasa de vacantes se situó en «niveles no vistos desde el tercer trimestre de 2010, lo que indica que las dificultades para realizar emparejamientos laborales siguen incrementándose».
Temporalidad
En relación con los efectos de la reforma laboral, Fedea cree que empiezan a frenarse, puesto que la reducción de la tasa de temporalidad bajó el ritmo el año pasado.
En 2023, la contratación indefinida siguió creciendo y la contratación temporal también se redujo notablemente. No obstante, la conversión de contratos temporales en indefinidos que fue «masiva» durante los primeros meses de aplicación de la reforma, y contribuyó a la caída de la tasa de temporalidad en 2022, se frenó en 2023.
Concretamente, se produjeron 842.000 conversiones (un 63,2%) menos que en 2022. El número de conversiones fue incluso cerca de un 45% menor que antes de la aprobación de la reforma, contrarrestando los efectos del aumento de los contratos indefinidos y de la disminución de los temporales sobre la tasa de temporalidad.
La tasa de temporalidad en el sector público se redujo solo en 1.3 puntos desde la aprobación de la reforma (por 10,7% en el sector privado). Cerca de la mitad de esta tasa de temporalidad en el sector privado se debe a los contratos de sustitución (ante interinidad).
Reducción de jornada
Por otra parte, Fedea estima que la reducción de la jornada laboral máxima legal podría afectar a ocho millones de asalariados en España, al tiempo que avisa del riesgo de que se incrementen los costes laborales, lo que «deterioraría la actividad y el empleo si no se adoptan medidas compensatorias y se incentiva la cooperación entre empresas y trabajadores».
En otro orden de cosas, el número de bajas a la Seguridad Social por causas de abandono voluntario o dimisión ha retomado su senda de crecimiento iniciada a finales de la Gran Recesión y solo interrumpida durante los peores momentos de la pandemia.
Sin embargo, según el informe de Fedea, «el hecho más destacable es la explosión de los abandonos voluntarios de trabajadores con contratos indefinidos que se han multiplicado por 4 entre 2021 y 2023 y superan ya los abandonos de los afiliados con contratos temporales».
El observatorio incluye también un aspecto de análisis sociológico que resalta que el 15% de la población entre 18 y 24 años reside en hogares con progenitores extranjeros o de doble nacionalidad, 4,5 veces más que en 2006.
Además, las tasas de abandono escolar temprano y el porcentaje de jóvenes que ni estudia ni trabaja es mayor entre los hijos de inmigrantes que entre la población con padres nativos, aunque existen importantes diferencias por comunidades autónomas.