La subida de la cesta de la compra se ‘come’ el alza de los salarios: hay 14 puntos de brecha
La OCDE constata que la pérdida de poder adquisitivo está provocando que los consumidores no sientan el vigor económico en su bolsillo. El organismo revisó al 2,8% su proyección de PIB para España
La OCDE ha sido el último de los organismos internacionales que ha revisado al alza sus proyecciones de crecimiento de la economía española, que ha demostrado una fortaleza superior a lo esperado a comienzos de este año. La proyección de esta institución sitúa el avance del producto interior bruto (PIB) en el 2,8% para este año, por un 2,2% para el que viene, en la línea de las revisiones de otras organizaciones como el Fondo Monetario Internacional o el Banco de España.
El propio Gobierno, después de la revisión de las series de la Contabilidad Nacional que han arrojado un crecimiento del PIB mayor del calculado anteriormente, ha elevado al 2,7% su previsión para este ejercicio. España será la gran economía del euro que más crezca en los próximos años, de acuerdo con todas las previsiones.
Y, sin embargo, ¿por qué ese ‘cohete’ que es la economía española -como lo definió el presidente Pedro Sánchez- no lo nota la ciudadanía? La razón fundamental está en el bolsillo.
«Las encuestas indican una mejoría de la confianza del consumidor tanto en Europa como en algunas de las economías emergentes donde el crecimiento ha sido resiliente, como Indonesia. No obstante, la confianza del consumidor sigue apagada en comparación con el comportamiento a largo plazo en la mayor parte de las economías avanzadas, a pesar de la continua recuperación de los salarios reales, posiblemente reflejando la percepción de un menor poder adquisitivo», indica la OCDE en su informe de previsiones publicado este miércoles.
En concreto, la cesta de la compra ha sido un lastre tremendo que ha provocado que, si bien los salarios reales han aumentado de media un 3% en nuestro país desde 2019, en la línea de otras grandes potencias que forman parte del organismo multilateral, como Canadá o Estados Unidos, la brecha con el incremento del precio de los alimentos alcanza los 14 puntos. España es la tercera potencia analizada con mayor brecha, detrás de Brasil y de Alemania.
«Los grandes incrementos en los precios de productos destacados para los presupuestos de los hogares pueden estar dando forma a esas percepciones, en particular en los hogares con menores ingresos. En particular, la inflación de los alimentos ha sobrepasado el crecimiento de los salarios nominales desde el comienzo de la pandemia», apuntan los técnicos de la organización.
La insatisfacción por el comportamiento de los precios es lo que impide ver los efectos del crecimiento económico, ya que si bien se ha creado muchísimo empleo desde la pandemia y ha bajado el paro, la inflación impide ver un mejoría en el bolsillo de los ciudadanos.
El caso español es de los más destacados, pero en países como Alemania, afectados profundamente por la crisis energética y con una industria que no termina de levantar la cabeza, los salarios reales se han desplomado un 2% desde finales de 2019. Y la brecha con el aumento de los precios de los alimentos alcanza el 16%. O Sudáfrica, donde los salarios reales han caído un 5% y la brecha con el incremento de los alimentos llega a los 20 puntos.
El Gobierno cree que en los próximos años los salarios irán ganando poder adquisitivo, con crecimientos por encima de sus estimaciones de inflación tanto para 2024, 2025 y 2026. La cuestión está en cuál será el comportamiento de los alimentos, y en especial del aceite de oliva, que tienen un peso notable en la cesta de la compra.