Cepyme alerta sobre la ralentización del empleo y la creciente dificultad para contratar personal
La confederación que representa a las pymes ha destacado "el buen comportamiento del sector privado", acorde con la tendencia del empleo en este período, que ha generado más de 427.000 empleos
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha valorado la creación de empleo que reflejan los datos de este viernes de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al segundo trimestre de este año, al tiempo que ha recordado la «dificultad» de las empresas para encontrar trabajadores.
En concreto, la confederación que representa a las pymes ha destacado «el buen comportamiento del sector privado», acorde con la tendencia del empleo en este período, que ha generado más de 427.000 empleos en este trimestre, gracias principalmente al empuje del sector servicios y la actividad turística, con cerca de 208.000 nuevos empleos.
Sin embargo, la organización ha subrayado la actividad del sector público, responsable de un «elevado» porcentaje del empleo creado en estos últimos años, por lo que considera necesario incentivar la actividad privada con el objetivo de consolidar los ritmos de creación de empleo en las empresas.
Ralentización en el ritmo de creación de empleo
Así, la organización presidida por Gerardo Cueva ha indicado que, a pesar de que el ritmo de incremento del mercado laboral haya sido del 2,05%, esto supone un punto menos que el registrado en el primer trimestre del año, lo que «refleja una ralentización en el ritmo de creación de empleo», especialmente llamativa en el periodo estival, que tradicionalmente es favorable para el empleo.
No obstante, en este contexto, Cepyme ha llamado la atención sobre las dificultades que las empresas siguen presentando para encontrar trabajadores para cubrir sus demandas, situación que preocupa a la Confederación y que resulta, según la asociación, «contradictoria» con la persistencia de una tasa de paro que supera el 11% y sitúa a España como el segundo con mayor desempleo de la Unión Europea (UE).
Además, «este problema contrasta con que se produzca un incremento de la población activa debido al aumento de nuevos demandantes de empleo que llegan a España en busca de empleo», señalan desde la organización. En este sentido, Cepyme ha insistido en la necesidad de reformar los servicios públicos de empleo, para mejorar su eficacia a la hora de vincular las demandas y las ofertas de empleo, unos servicios que son especialmente necesarios para las pequeñas y medianas empresas.
DESIGUAL COMPORTAMIENTO DE LOS SECTORES DE ACTIVIDAD
Asimismo, la Confederación ha advertido sobre el «desigual comportamiento» de los sectores de actividad en lo que se refiere a la creación de empleo, resultando preocupante la evolución en la agricultura, donde el número de ocupados se ha reducido en 4.300 en tasa interanual (772.000 frente a 776.300 en el segundo trimestre de 2023), manteniendo la tendencia de pérdida de ocupados que el sector registra desde 2021 y que le sitúan en niveles de 2016 (760.200 ocupados).
«Esta situación es reflejo del incremento de costes de todo tipo, incluidos laborales, que afectan de manera especial a este sector y dificultan la actividad del mismo», ha manifestado la asociación.
Por último, en relación con el comportamiento del empleo en los próximos trimestres, la Confederación ha expresado su preocupación por el impacto que pueda tener en la economía y en las empresas españolas la ralentización en Europa y a nivel internacional, que es posible que afecte «en mayor medida» a las pymes españolas, más debilitadas que sus homólogas europeas, por un escenario de «continuos incrementos de costes y deterioro de la productividad que, tras cinco trimestres consecutivos de caídas interanuales, es un 2,8% inferior a la del periodo prepandemia».
En conclusión, Cepyme ha hecho hincapié en la necesidad de reducir la inseguridad jurídica, así como de generar un marco «estable e incentivador» de la actividad productiva, evitando medidas que vulneran la flexibilidad empresarial y suponen nuevos incrementos de costes y trabas a la gestión de las empresas, especialmente gravosas en el caso de las pymes.