Del procés al 12M: Madrid duplica en crecimiento a una Cataluña en declive

En el año 2000, la economía catalana representaba el 18,9% del total de España, y Madrid, el 17,7%. Hoy se han dado la vuelta las tornas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d) y el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, durante el acto de campaña celebrado este jueves en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) EFE/ Andreu Dalmau

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Las elecciones catalanas de este domingo son las más decisivas de la última década, con la posibilidad de que los partidos independentistas salgan de la Generalitat por primera vez desde 2010, cuando Artur Mas, entonces al frente de Convergència i Unió, llegó a liderar el Gobierno que después iniciaría el ‘procés’.

El PSC que lidera Salvador Illa parte como favorito para ganar las elecciones, aunque entre dudas de si sería capaz de armar una mayoría para garantizar una investidura. No está claro que pueda conseguirlo, como tampoco queda despejada la posibilidad de que los partidos independentistas, con Carles Puigdemont (Junts) o Pere Aragonès (ERC) al frente, sumen.

En cualquier caso, la década centrada en el proceso independentista ha provocado que Cataluña haya dejado de ser el motor económico de España para quedarse en segunda posición, por detrás de Madrid. Si en el año 2000 la región creaba el 18,9% de la riqueza española, los últimos datos apuntan a que ahora es tan solo una décima superior: el 19%.

La economía de Cataluña se estanca

Sin embargo, Madrid ha pasado de aportar el 17,7% de la economía española a arrebatarle la primera posición a Cataluña, situándose en el 19,4% dos décadas después. 1,7 puntos porcentuales de subida de la capital, frente a apenas una décima del tejido productivo catalán.

Como evidencia el gráfico sobre estas líneas, hay dos fechas claves para este 'sorpasso' económico. Una, 2012 y otra, 2017. Ambos años muy marcados por el proceso independentista: el primero, por la adhesión de Artur Mas a sus tesis. Y el segundo, por la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre.

Si a principios de la década pasada ambas economías aún sufrían los efectos de la crisis financiera, el desplome económico en Cataluña fue superior tanto en relación con Madrid como con el total de la economía española. Esto permitió un primer 'adelantamiento', aunque breve, de la economía madrileña frente a la catalana, para después producirse un empate.

2017: el 1-O y la fuga de empresas

Sin embargo, a partir de 2017 la brecha se consolidó definitivamente, alcanzando un pico durante la pandemia, cuando Madrid se situó en el 19,6% de la economía total -en Cataluña tiene mucho peso el turismo, el sector más afectado por los confinamientos y cierres de fronteras-, frente al 19% en el que sigue la catalana.

La fecha de 2017 no es baladí: la situación política y social derivada del referéndum y de la declaración unilateral de independencia, aunque suspendida, provocó una salida en tromba de algunas de las empresas más representativas de la región. Por ejemplo, el Banco Sabadell o la Fundación laCaixa. También el Grupo Planeta, Codorniú, Bimbo...

Muchas de las empresas que salieron entonces de Cataluña recalaron en Madrid, que en la última década ha crecido a un ritmo que prácticamente duplica al de Cataluña. La media de avance del producto interior bruto (PIB) de la región central es del 1,5% anual, frente al 0,8% de Cataluña y el 0,8% del territorio regional.

Madrid ampliará la brecha con Cataluña en 2024 y 2025

A falta de datos consolidados de Contabilidad Regional para el año pasado, que el INE publicará a finales de 2024, las proyecciones que elabora el servicio de estudios del BBVA anticipan que la brecha se incrementará. Madrid habría experimentado un crecimiento del PIB del 3,3% durante el ejercicio anterior, frente al 2,9% de Cataluña.

De cara a 2024 y 2025, las perspectivas también son más positivas para la economía madrileña que para la catalana. Así, en 2024 anticipan un avance del 2,5% para Madrid y del 2,1% para Cataluña, beneficiándose ambas del buen tono del turismo.

Para 2025, el efecto será el contrario: la demanda europea será menor, lo que afectará al turismo, pero el aumento que se prevé para la inversión compensará en las comunidades con mayor peso industrial. Aquí Cataluña avanzaría ligeramente por encima de Madrid: un 2% frente al 1,9%. El nuevo gobierno que arrojen las urnas tendrá que decidir si sigue adelante con la gestión del proceso independentista o si, por el contrario, pone la gestión económica como punta de lanza.

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