Cataluña pierde la mitad de sus oficinas bancarias en una década
Cataluña ha sufrido el cierre de 4.000 sucursales bancarias desde el 2008. El año pasado han desaparecido 2.000 delegaciones en España.
En las calles de las grandes ciudades españolas, donde había un banco ahora hay una tienda de alimentación o de ropa. En muchos pueblos, ya no queda más que un cajero automático como presencia de la banca. Las entidades bancarias siguen cerrando sucursales en toda la geografía española: durante el 2016, se han clausurado más de 2.000 oficinas en todo el país, lo que implica una caída del 7% comparado con el año anterior. Actualmente quedan 28.643 sucursales abiertas, según un cálculo del Banco de España.
La reestructuración que ha vivido la banca durante los últimos años no ha sido piadosa con las delegaciones bancarias. Desde el inicio de la crisis, cuando el número de oficinas abiertas superaba las 45.700 (el número más alto desde diciembre de 1974), se han cerrado más de 17.000 espacios, informa HelpMyCash.com.
Cataluña echa el cierre a 4.000 oficinas
Entre las comunidades autónomas, la que más ha sufrido esta sangría es Cataluña. Desde septiembre de 2008, cuando tuvo el pico más alto de locales abiertos, se han cerrado 4.000 oficinas, una reducción de casi el 50%.
Madrileños y andaluces han perdido alrededor de 2.500 oficinas cada uno y la Comunidad Valenciana, algo menos de 2.100. Por orden decreciente, se encuentran a Castilla y León que ha perdido 1.071 sucursales, Galicia (948), Aragón (709) y el País Vasco (571).
En algunas comunidades las clausuras han sido más graves si se compara con el número de entidades que contaban. Por ejemplo, en Murcia se han cerrado 511 oficinas, un número muy inferior al de otras regiones, pero esa cantidad supone casi un 40 % sobre el total que tenían.
Habrá más cierres en 2017
BBVA acaba de anunciar que cerrará a lo largo del año 130 oficinas, aunque ha garantizado que no supondrá un ajuste de personal. Estas se suman a las 130 que se habían programado para cerrar desde el año pasado. En total, 260 oficinas menos en cuestión de meses.
Ibercaja, por su parte, acaba de plantear a los sindicatos un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supondría echar el cerrojo a 160 oficina entre este año y el que viene, amén de prescindir de 686 trabajadores.
Los clientes del resto de los grandes bancos del país tampoco se han librado. Caixabank anunció que en 2016 prescindiría de 310 oficinas, lo que disminuiría la red de sucursales más extensa del país en alrededor de un 5 o un 6 %. Banco Sabadell anunció el cerrojazo de 250 espacios para 2017, y el Santander selló durante los tres primeros trimestres del pasado año más de 200 sucursales.