Los bancos ahuyentan a las personas mayores de sus oficinas
Muchos usuarios que no se familiarizan con la tecnología prefieren concurrir al banco personalmente, una opción que retrasa el proceso de digitalización de las entidades
Los bancos afrontan el importante reto de la transformación digital. Lejos de sentirse amenazadas, las entidades bancarias han encontrado en las nuevas tecnologías una gran oportunidad para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo de gran parte de la población, basados en la utilización de sus dispositivos tecnológicos habituales.
Este cambio de rumbo hacia la digitalización de la banca ha propiciado que el modelo de negocio empleado hasta el momento haya evolucionado, apostando ahora por la filosofía del «hazlo tú mismo» y relegando a un segundo plano las oficinas bancarias.
Sin embargo, no todo el mundo resulta beneficiado. En este caso, los principales perjudicados son las personas mayores, un segmento de la población que tradicionalmente se ha relacionado con su banco a través de las oficinas y del personal que allí trabaja.
Qué están haciendo los bancos para integrar a sus clientes
Como consecuencia de la implantación de los productos bancarios online, son muchas las personas de avanzada edad que se han visto desplazadas y, por tanto, no les ha quedado más remedio que acudir a sus allegados, quienes suelen tener una mayor experiencia en cuanto a tecnologías financieras, para poder gestionar y operar sus cuentas bancarias como hacían habitualmente.
No obstante, los principales bancos españoles dicen que se muestran «comprensivos» con este sector de la población, ofreciéndoles servicio de atención al cliente por teléfono e, incluso, organizando talleres y cursos de formación a través de sus fundaciones.
Aun así, las personas mayores siguen prefiriendo acudir a las oficinas de los bancos en vez de gestionar sus finanzas a través de un ordenador, tableta o teléfono móvil. Según el comparador financiero HelpMyCash.com, este tipo de acciones podrían ser vistas por las entidades bancarias como un pequeño bache que les dificultaría la labor de completar su proceso de digitalización, el cual implica el cierre de oficinas y un ajuste en sus plantillas. El objetivo de los bancos es, a la larga, alcanzar un mayor rendimiento en un entorno marcado por la caída de márgenes.
Cada vez quedan menos sucursales
Entre 2010 y 2015, las entidades bancarias adheridas a la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) redujeron su número de oficinas en un 38,7 %, pasando así a contar solamente con 14.256 oficinas en 2015. Respecto a las instituciones financieras que forman parte de la Asociación Española de Banca (AEB), éstas han experimentado un recorte del 16,2 %, y disponían 12.331 establecimientos al finalizar el 2015.
Desde septiembre de 2015 al del 2016, los bancos y las cajas de ahorro han cerrado 1.314 oficinas. Según el Banco de España, ambos tipos de entidades bancarias acumularían un total de 25.551 sucursales, cifra que alcanza los 29.717 establecimientos si se suman las cooperativas de crédito. Pero el panorama es que las clausuras de sucursales bancarias aumentarán durante los próximos dos o tres años.