Caixabank advierte que la economía española pierde fuelle y crecerá el 1,4% el próximo año
La entidad financiera presidida por José Ignacio Goirigolzarri ve signos de desaceleración y augura un leve crecimiento de la economía española en 2024
Caixabank ha estimado que el Producto Interior Bruto (PIB) de España subirá el 1,4% el próximo año. A pesar de que la entidad financiera José Ignacio Goirigolzarri ha reconocido que el país «ha aguantado el año mejor» que la economía de la eurozona debido al comportamiento del sector exterior, ha advertido que los datos apuntan hacia una desaceleración y, consecuentemente, a un leve crecimiento de la economía española para 2024.
En contraposición a los elevados crecimientos que aún registran Estados Unidos y China, la economía de la zona euro aún refleja una «cierta debilidad» del aumento del PIB, según ha detallado el responsable de Economía Española en Caixabank Research, Oriol Aspach, en un encuentro de la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi (ADYPE) en Bilbao para analizar las perspectivas económicas para 2024.
Con la vista puesta en el próximo año, las expectativas de la entidad financiera sugieren un «crecimiento débil» en Europa, concretamente, del 0,5%, a la vez que auguran que, de media, los precios registrarán un aumento medio del 2,5%. Poniendo el acento sobre la estimación de crecimiento del PIB español para este año, el banco lo ha situado en el 2,4%, algo mejor que las previsiones.
Si bien ha confiado que las consecuencias del conflicto entre Israel y Hamás se mantengan «limitadas» a esa zona del mundo, ha admitido que supone un «nuevo foco de incertidumbre geopolítica, en especial si se implicara a Irán». Con todo, ha enfatizado que lo más probable es que no desequilibre de forma notable a la economía española.
Bajada de la inflación y los tipos de interés
La ralentización en la economía que el banco prevé para los próximos meses en España, pero también en Europa, se enmarcan en una «desaceleración global» que, no se espera que se desemboque en una «recesión profunda», si bien estará condicionada a «los factores de riesgo geopolíticos».
Teniendo en cuenta el actual contexto «muy complejo y adverso, de debilidad a corto plazo», la entidad financiera prevé que la economía coja «brío» a medio plazo, es decir, a un año vista, siempre y cuando no se materialicen algunos de los riesgos que existen actualmente.
A ojos de Aspach podría producirse un «proceso desinflacionista generalizado» y una bajada de los tipos de interés en el primer semestre del próximo año, puesto que el incremento de los precios es ya muy moderado y la inflación comienza a aproximarse a los objetivos que marcaron los bancos centrales.
«En la medida que se consolide la bajada de la inflación y los bancos centrales bajen los tipos de interés, ahí tendremos una gradual recuperación del crecimiento aunque en una situación de relativa fragilidad», ha vaticinado.