Bruselas calma a las telecos con facilitar las fusiones tras el fracaso de cobrar a Google y Netflix por las redes
Los mensajes filtardos por la Comisión Europea relativos a las fusiones parecen estar dentro de la batalla política que se libra en Bruselas ante las próximas elecciones
La Comisión Europea presenta el próximo 21 de febrero su libro blanco sobre el futuro de la infraestructura digital. A través de diversos medios se ha filtrado que Bruselas será más permisiva con las fusiones entre compañías. También se sabe que la contribución para pagar las redes por parte de los Google, Netflix y grandes ‘big tech’ queda en el aire. Ambas cuestiones serán clave en la próxima cita electoral.
Del 6 al 9 de junio se celebran elecciones en el Parlamento Europeo. De aquí saldrá una nueva Comisión, así como nuevos comisarios. Por este motivo, fuentes del sector explican a ECONOMÍA DIGITAL que no entiende muy bien el mensaje lanzado por Bruselas, salvo que sea por intereses políticos.
Esta semana ha trascendido a través de FT y Reuters que la Comisión Europea estaría abierta a facilitar las fusiones entre operadores de telecomunicaciones. También vería con buenos ojos las alianzas entre empresas de distintos países en las denominadas consolidaciones transfronterizas.
Los argumentos son de carácter económico. Entienden que las inversiones para desarrollar nuevas infraestructuras en 5G serán muy exigentes en capital y, por tanto, estas uniones podrían ser provechosas.
Todo esto suena extraño dentro del sector. Las fuentes consultadas explican que dentro de cuatro meses habrá elecciones y, potencialmente, puede haber otros legisladores. Resulta raro que se posicionen desde Bruselas de esta forma sin saber qué condiciones habrá en el mercado próximamente, o cómo las verán los nuevos comisarios.
¿Por qué se ha producido este cambio?
Otras fuentes señalan que este cambio de postura puede suponer el reconocimiento del fracaso en la resolución de la denominada contribución justa de las redes.
El ‘fair share’, un planteamiento de los grandes operadores de telefonía, que exigen que las empresas americanas como Google, Meta o Netflix paguen por el uso de las redes de telecomunicaciones, entró en la agenda europea hace unos meses y sale sin ninguna resolución.
La información filtrada estos días señala que en la presentación del libro blanco quedará constancia de que se está trabajando en ello, y que existe la intención de que estas compañías ‘pasen por caja’, pero todo queda en el aire por la cita electoral.
Se entiende que este guiño de Bruselas a las fusiones viene a cubrir el hueco de la falta de capacidad que ha tenido la Comisión para resolver esta demanda.
La falsa idea de las fusiones
Fuentes del sector señalan que Bruselas lanza una idea equivocada con las fusiones transfronterizas. Indican que pueden ser una solución cuando saben que son muy complejas de llevarse a cabo —por no decir imposibles—.
La regulación de cada Estado miembro y su legislación es distinta. Por ejemplo, el precio del espectro de radio es distinto, su capacidad técnica, las leyes comerciales. Todas estas cuestiones solo se podrían solventar con un mercado común europeo que es inexistente en estos momentos.
Además, las sinergias financieras entre hipotéticas fusiones entre operadores de distintos países son nulas. Se trataría de sumar cuentas de resultados sin que se aplique valor añadido para ninguna empresa.
Las fusiones dentro de un propio país tampoco son la solución. Bruselas mantiene su discurso sobre el nivel de competencia que debe existir dentro de una región para mantener los precios bajos. Eso impide ‘de facto’ que la consolidación pueda ser completamente libre. A nivel regulatorio, además, tampoco se trabaja en esa dirección.