Bruselas da un espaldarazo al ‘plan de energía’ de Ribera tras las duras críticas de las energéticas españolas

El PNIEC español ha recibido importantes elogios desde Europa; una situación que choca con los reproches de grandilocuente que trasladan desde el sector energético

Teresa Ribera

Teresa Ribera – EFE/EPA/MARTIN DIVISEK

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En el verano de 2024 todos los Estados miembros tienen que tener disponibles las versiones finales de sus ‘planes de energía’. Hace unos días la Comisión Europea ha enviado las apreciaciones a los actuales borradores. España sale muy bien parada en relación a otros países. Una situación que contrasta con las críticas recibidas en clave interna.

A finales del pasado mes de junio, cuando España hizo pública la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que había remitido a Bruselas, las grandes empresas energéticas fueron muy duras. 

Tal y como publicó ECONOMÍA DIGITAL, Iberdrola, Repsol, Acciona Energía, Naturgy, Greenalia y EDPR desempolvaron un reguero de críticas sobre este borrador. Fue en el ‘VII Congreso Eólico Anual 2023’, donde se tachó el plan de ambicioso sin justificación; y de bienintencionado, pero sin fondo. 

También se hicieron muchas críticas sobre la gestión de la demanda, y la irrealidad sobre este concepto. Sobre el desarrollo renovable también había dudas y, en conjunto, nadie estaba convencido con el actual PNIEC. Pero desde Europa el planteamiento es distinto. 

Europa aplaude a España 

El documento que ha hecho público la Comisión Europea (CE) analiza una serie de elementos energéticos que deben detallarse en los ‘planes de energía’, y que no todos los países tienen igual de desarrollados. 

En materia de movilidad eléctrica, la CE señala a España y Países Bajos como los Estados miembro que mejor han detallado sus planes y objetivos específicos. Pone en evidencia a Italia, Francia y Alemania a los que señala de hacer guiños, todavía, a los motores impulsados con combustibles fósiles. 

Sobre las medidas impulsadas para analizar las vulnerabilidades y riesgos climáticos más evidentes, la CE vuelve a señalar a España como un ejemplo junto a Finlandia y Luxemburgo. 

En otro apartado, que aborda la adecuación entre los objetivos propios de la Unión Europea y los generales de cambia climático, el PNIEC español se pone como ejemplo con Grecia y Luxemburgo. 

Los contratos eléctricos a largo plazo (PPA) también son materia de estudio en al documento de la comisión. Explican desde Bruselas que es muy importante la eliminación de barreras para garantizar el despliegue de las renovables. España y Estonia son los ejemplos por la implementación que hacen de estos acuerdos

El hidrógeno, que ha sido polémico en España por la amenaza de Repsol en las últimas semanas de dejar de invertir, vuelve a ser señalado como buen ejemplo en el desarrollo de esta tecnología junto a Dinamarca, Portugal, Alemania y Países Bajos. 

El cúmulo de elogios al plan español también llegan en el ámbito del almacenamiento, donde existen importantes dudas sobre su llegada masiva. Desde la CE destacan que el PNIEC español haya sido de los pocos documentos que han establecido objetivos claros en esta materia. 

Por último, el espaldarazo más llamativo —por lo simbólico y la exclusividad— hace referencia a la igualdad de género en las políticas energéticas y de transición justa

Solo cuatro países, República Checa, España, Malta y Portugal tienen medias relacionados con estos temas. Tan solo tres incluyen algunos compromisos concretos, y solo España incluye políticas específicas.

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Raúl Masa

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