Bruselas propone reducir un 90% las emisiones de CO2 para 2040
El objetivo de la Comisión Europea es alcanzar la neutralidad climática a mediados de siglo. Actualmente la meta de reducción es del 55% para 2030
La Comisión Europea recomendó este martes una reducción neta del 90% en las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2040 respecto a los niveles de 1990 con el fin de que la UE alcance la neutralidad climática en 2050.
Es la primera vez que Bruselas propone un objetivo climático para 2040. La UE cuenta actualmente con la meta de una reducción neta de emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030 en comparación con los niveles de 1990.
El Ejecutivo comunitario que salga de las elecciones europeas del próximo mes de junio presentará una propuesta legislativa, que se acordará con el Parlamento Europeo y los Estados miembro, según exige la Ley del Clima de la UE.
La recomendación de Bruselas está en línea con con el Consejo Asesor Científico Europeo sobre el Cambio Climático (Esabcc, por sus siglas en inglés), que el pasado enero propuso una reducción de hasta un 95% en 2040, y los compromisos de la UE en virtud del Acuerdo de París.
La comunicación lanzada este martes por la Comisión Europea también establece condiciones políticas propicias para alcanzar ese objetivo del 90%, como la plena implementación del marco acordado para 2030, garantizar la competitividad de la industria europea, un mayor enfoque en una transición justa que no deje a nadie atrás, igualdad de condiciones con los socios internacionales y un diálogo estratégico sobre el marco posterior a 2030, también con la industria y el sector agrícola.
Futuras crisis
Según la Comisión Europea, fijar un objetivo climático para 2040 ayudará a la industria, los inversores, los ciudadanos y los gobiernos a tomar decisiones en esta década, al tiempo que envía señales sobre cómo invertir y planificar eficazmente a a más largo plazo, minimizando los riesgos de activos varados.
Además, apuntó que también impulsará la resiliencia de Europa frente a futuras crisis y, en particular, fortalecerá la independencia energética de la UE de las importaciones de combustibles fósiles, que representaron más de un 4% del PIB en 2022 en pleno conflicto por la invasión rusa en Ucrania.
Los costes y los impactos humanos del cambio climático son cada vez más grandes y visibles. Solo en los últimos cinco años, los daños económicos relacionados con el clima en Europa se estiman en 170.000 millones de euros.
La evaluación de impacto de la Comisión Europea indica que, incluso según estimaciones conservadoras, un mayor calentamiento global por la inacción podría reducir el PIB de la UE en cerca de un 7% para finales de siglo.
Lograr el objetivo recomendado del 90% requerirá tanto reducciones de emisiones como eliminaciones de carbono. Según Bruselas, se necesitará el despliegue de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, así como el uso del carbono capturado en la industria.
Condiciones
Lograr una reducción de emisiones del 90% para 2040 requerirá que se cumplan una serie de condiciones propicias. El punto de partida es la plena aplicación de la legislación existente para reducir las emisiones en al menos un 55 % de aquí a 2030.
La actualización en curso de los proyectos de Planes Nacionales de Energía y Clima (PNEC) es un elemento clave en el seguimiento de los avances y la Comisión está colaborando con los países en este sentido.
El Pacto Verde debe convertirse en un acuerdo de descarbonización industrial que aproveche las fortalezas industriales existentes, como la energía eólica, la hidroeléctrica y los electrolizadores, y aumente la capacidad de fabricación nacional en sectores en crecimiento como baterías, vehículos eléctricos, bombas de calor, energía solar fotovoltaica, biogás y biometano.
La fijación del precio del carbono y el acceso a la financiación también son fundamentales para el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones por parte de la industria europea.
La Comisión creará un grupo de trabajo dedicado a desarrollar un enfoque global para la fijación de precios y los mercados de carbono.
Por otro lado, Bruselas subrayó que «la justicia, la solidaridad y las políticas sociales deben seguir siendo el centro de la transición», de manera que las políticas climáticas tengan en cuenta a quienes son más vulnerables o afrontan los mayores desafíos para adaptarse.