Bruselas alerta que la DANA en Valencia puede disparar el precio de los alimentos

Las proyecciones de la Comisión, que han elevado el crecimiento español al 3% en 2024, destacan los "daños" y "disrupciones" que puede provocar la catástrofe en la economía

Estragos ocasionados por la DANA, a 13 de noviembre de 2024, en Catarroja, Valencia, Comunidad Valenciana (España). Eduardo Manzana / Europa Press

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Dos semanas después de las tormentas y riadas que asolaron la provincia de Valencia, los efectos a largo plazo siguen siendo indeterminados. A corto, más de 200 muertos y aún decenas de desaparecidos, además de las pérdidas materiales. Pero las consecuencias a futuro siguen sin estar claras y estos episodios puede que se recrudezcan, considera la Comisión Europea, que pone la DANA como ejemplo de los riesgos a los que se enfrenta la economía europea.

En sus Previsiones Económicas de Otoño, publicadas este viernes, la Comisión Europea dedica parte de su análisis a la tragedia que ha golpeado la Comunitat Valenciana y partes de Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña. Si bien el Ejecutivo comunitario ha elevado sus proyecciones de crecimiento económico para España tanto para este año como para el que viene, reconoce que la Dana puede tener «amplias repercusiones» para nuestro país y el resto del continente.

«Las recientes inundaciones que han arrasado partes del sur de España en torno a la fecha de cierre de esta publicación ilustran, de nuevo, las consecuencias dramáticas que el cambio climático puede tener sobre la gente, su hábitat y la economía«, señalan los técnicos de la Comisión en el documento.

El precio de los alimentos, afectado por la DANA en Valencia

La Comisión reconoce que la Unión Europa está cada vez más expuesta a los riesgos medioambientales, lo que representa un riesgo a la baja para un crecimiento ya de por sí raquítico en los últimos años. La proyección es que la actividad de los Veintisiete se vaya acelerando en los próximos ejercicios, del 0,9% de subida del producto interior bruto (PIB) para 2024, al 1,5% en 2025 y el 1,8% en 2026. Unas cifras algo menores en el caso de la zona euro.

Así, las «frecuencias y alcances en aumento» de las catástrofes climáticas son para la Comisión ya un riesgo de primer orden, asimilable a los conflictos geopolíticos de las dos guerras en la vecindad (en Ucrania, tras la invasión rusa; y en Oriente Medio) o al potencial aumento del proteccionismo en los principales socios comerciales de los Veintisiete. A esto habría que incluir la lenta implementación del Plan de Recuperación y las restricciones autoimpuestas en los Planes Fiscales Estructurales a Medio Plazo de los países con un mayor descuadre en sus cuentas públicas.

Sobre la DANA, en concreto, y a pesar de que aún no estima los potenciales efectos económicos de la tormenta, la Comisión ya estima que sus consecuencias no van a estar limitadas únicamente a la Comunitat Valenciana, ni siquiera a España.

«Los daños a la infraestructura en las regiones golpeadas pueden tener una repercusión más amplia en el tejido productivo más allá de sus fronteras, mientras que las disrupciones en la actividad económica podrían reavivar las presiones inflacionarias, especialmente la de los alimentos», apunta la Comisión Europea.

En el Gobierno aún no han hecho un balance oficial del impacto a la economía que puede haber tenido la catástrofe. En declaraciones a los medios de comunicación desde Londres, el ministro Carlos Cuerpo aseguró que aún era «pronto» para hacer este análisis.

Bruselas estima que la economía española cerrará el 2024 con un crecimiento del PIB del 3%, mientras que este vigoroso crecimiento económico -una «sorpresa positiva», según la Comisión- se ralentizará en los próximos años, con un 2,3% en 2025 y un 2,1% en 2026. Los efectos de la DANA probablemente no se noten aún en el crecimiento, pero sí en el déficit. La proyección es que las cuentas públicas cierren 2024 con unos números rojos del 3% del PIB, el objetivo del Gobierno, en tanto que se sitúen en el 2,6% en 2025 y en el 2,7% en 2026.

«Los riesgos en torno a estas proyecciones están relacionados con las cuantías del gasto financiado nacionalmente que sea necesario para responder al impacto de las recientes inundaciones en la Comunidad Valenciana», reconocen los técnicos de la Comisión, que diseñan el escenario a futuro en torno a «políticas constantes» y sin incluir los potenciales ingresos de la reforma fiscal que ultima el Gobierno. De hecho, ya contemplan la expiración de los gravámenes temporales a la banca y a las energéticas de cara a la recaudación del ejercicio 2026.

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Álvaro Celorio

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