Bildu presiona ahora a Sánchez con un SMI vasco de 1.400 euros tras la rebaja de penas a etarras

EH Bildu presiona en el Congreso de los Diputados para que el Gobierno permita que puedan establecer en el País Vasco un salario mínimo interprofesional (SMI) propio y diferenciado del que existe en el resto del país, justo en plena polémica por la ley aprobada con los votos del PP y Vox que permitiría la rebaja de penas de etarras que están en prisión y en una guerra por el ‘sorpasso’ al PNV en Euskadi.

El partido abertzale formulará al presidente del Gobierno una pregunta en la sesión de control de este miércoles, que tendrá lugar tras una comparecencia de Pedro Sánchez para tratar la crisis migratoria y la elaboración del Plan Fiscal que mandatan las nuevas reglas europeas, en relación con esta reivindicación de la izquierda independentista vasca: ser capaces de fijar su propio sueldo base, mucho más elevado que el nacional.

«¿Respetará el Gobierno los acuerdos que puedan alcanzarse en los marcos laborales vascos para la adopción de un salario mínimo interprofesional (SMI) propio?», cuestionará el diputado Oskar Matute a Sánchez, de acuerdo con el orden del día de la sesión de control.

Los convenios para el PNV, el SMI para Bildu

Los abertzales incluyeron esta propuesta en su último programa electoral para las elecciones vascas, unos comicios en los que quedaron muy cerca de superar al PNV tanto en votos como en escaños. Ambos partidos pugnan ahora por conseguir ser el ‘socio fiel’ de Pedro Sánchez en Madrid, las formaciones conseguidoras de bienestar para los vascos.

Si el PNV se anotó el tanto de conseguir la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales -consiguiendo que el Gobierno enfadara a la patronal y a los sindicatos-, Bildu ha puesto el foco en la mejora de los salarios.

El programa electoral de EH Bildu dedicó un epígrafe a la lucha «contra la precarización estructural del empleo». Para ello, el Salario Mínimo Interprofesional en el País Vasco debía establecerse en los 1.400 euros, ya que la Carta Social Europea fija que su cuantía ha de ser el 60% del salario medio en el territorio, detallan.

Para luchar contra esa precarización, el partido proponía «promover e impulsar» un acuerdo entre sindicatos y patronales vascas «para establecer un salario mínimo interprofesional en atención a nuestra realidad socioeconómica». Es decir, saltarse la regulación estatal mediante un pacto entre las partes.

Contratos públicos a cambio de sueldos de 1.400 euros

A nivel estatal, la regulación del SMI es exclusiva del Gobierno, que fija año a año la cuantía de ese sueldo base mediante un real decreto del Ministerio de Trabajo. Desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa ha aumentado más de un 54% a nivel estatal, situándose en los 1.134 euros anuales.

Además de ese pacto entre caballeros, EH Bildu proponía que «las contrataciones promovidas con dinero pública» impusieran un salario mínimo de 1.400 euros y también «exigir la competencia» para que el País Vasco pueda regular el salario mínimo por sí mismo.

La idea de establecer salarios mínimos autonómicos es una vieja reivindicación de los empresarios de algunos territorios, que siempre ha chocado con la negativa de los sindicatos ya que eso podría suponer la ruptura del ‘mercado único laboral’ en todo el país.

Los salarios más altos y donde más crecen

De acuerdo con los últimos datos de la Encuesta de Estructura Salarial, correspondientes a 2022 y publicados hace unas semanas, el País Vasco es, con diferencia, el territorio donde más se cobra de todo el Estado. El salario medio de un vasco es de 32.313,73 euros. Es decir, 2.308,12 euros en 14 pagas. Por utilizar la referencia del 60%, el SMI vasco debería ser de en torno a 1.385 euros mensuales.

Los convenios vascos, hasta agosto, registraron un incremento salarial medio del 3,67%, también la cifra más elevada de todo el país, con la provincia de Guipúzcoa registrando incrementos del 4,48% en sus acuerdos entre empresas y sindicatos. En el caso de Vizcaya, el aumento es del 3,35% y en Álava, del 2,64%.

En las últimas semanas Bildu se ha mostrado como uno de los socios más fiables de Sánchez, si no el que más. La semana pasada acordó dar su seis votos a la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana -conocida como Ley Mordaza– y hace unas semanas confirmó su predisposición a no bloquear los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que el Gobierno debería presentar próximamente.

Si bien se trata de ‘solo’ seis escaños, son indispensables para sacar adelante cualquier reforma que presente el Ejecutivo. Y el PNV, que gobierna con los socialistas en Euskadi, ya jugó una mala pasada al Ejecutivo al sumar sus votos al PP y a Vox para sacar adelante el reconocimiento del Congreso a Edmundo González como ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela. Sánchez podría tratar de mimar a este socio… y las próximas semanas, con la senda de déficit y las Cuentas públicas, podrían ser claves.