El BdE cree que se necesita un tiempo de adaptación a la nueva Autoridad de Defensa del Cliente Financiero

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, afirmó este martes que «es más que probable que el nuevo esquema institucional», con la creación de la nueva Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, «requiera de un esfuerzo de adaptación y de coordinación por parte de las autoridades ya existentes en relación con el nuevo organismo».

Así lo dijo Delgado durante su intervención en la ‘XXXI Semana del Seguro’ organizada por Inese en la que la subgobernadora se refirió a la creación de la nueva autoridad, que se encargará de la resolución de las reclamaciones financieras, incluidas las del sector del seguro. Sustituirá a los actuales servicios de reclamaciones de los supervisores sectoriales que mantienen todas sus competencias para la supervisión de la conducta en sus respectivos ámbitos de actuación, incluyendo el adecuado funcionamiento de sus servicios de atención al cliente.

La subgobernadora señaló que el principal reto es que «la separación de la función de resolución de reclamaciones de las autoridades supervisoras no dificulte el adecuado desarrollo de la labor de supervisión de la conducta de las entidades».

Según explicó, la reiteración de reclamaciones permite identificar problemas en el diseño de productos y servicios bancarios, en la definición de sus respectivos públicos objetivos, en su publicidad, por ejemplo, y es una información «indispensable» para la adecuada planificación de la actuación supervisora. «Desde el Banco de España hemos manifestado de manera reiterada la necesidad de que la norma garantice una adecuada coordinación y transmisión de información entre la nueva autoridad y las autoridades supervisoras sectoriales», agregó.

Otro desafío destacado por Delgado es garantizar la aplicación homogénea de las normas de conducta y los criterios de buenas prácticas en los distintos ámbitos, supervisor y de resolución de conflictos.

Por último, añadió como reto «más inminente» el periodo transitorio durante el cual las necesidades de coordinación entre la autoridad y los supervisores serán «particularmente relevantes, hasta la efectiva puesta en marcha de la agencia».

Así, consideró que el esquema institucional debe estar soportado «por normas de conducta claras y sistemas transparentes y eficaces de resolución de conflictos».

Por otra parte, hizo referencia al entorno macroeconómico para destacar que las proyecciones del Banco de España preveían que, frente a un crecimiento del 2,4% en 2023, el PIB se ralentizara en 2024, creciendo a una tasa del 1,6%. «El buen dato con el que finalizó 2023 podría suponer una revisión al alza de esta cifra», dijo Delgado. El principal soporte de la actividad será el consumo, que se verá favorecido por el aumento del empleo y de las rentas reales, en un contexto de moderación de las tasas de inflación. Además, se anticipa que la inversión note el efecto de los proyectos vinculados a los fondos europeos, «cuyo despliegue debería ganar tracción en 2024 y 2025». Por su parte, la demanda exterior neta se recuperaría tras su acusada contribución negativa durante la primavera y el verano de 2023. En lo que respecta al empleo, este moderaría su dinamismo.

Sobre la transmisión de los tipos más altos al coste de la deuda viva, Delgado incidió en que «se habría prácticamente completado a finales de 2023» y que incluso los últimos meses se ha producido ya una caída en los tipos interbancarios que sirven de referencia de los contratos de préstamos a tipo variable. El euríbor a 12 meses alcanzó un máximo en octubre de 2023, del 4,16%, y, desde entonces, viene bajando hasta el 3,61% en enero.

«En conclusión, la evolución futura de la situación financiera de las empresas también dependerá de la marcha de la economía. Bajo el escenario macroeconómico central, que recoge un avance, aunque moderado, de la actividad económica, la situación patrimonial del sector empresarial se vería fortalecida», resaltó la subgobernadora.