El BCE alerta sobre las subidas salariales mientras los socios de Sánchez aprietan con el SMI
En su última reunión, el BCE advirtió que las subidas salariales son uno de los mayores riesgos al alza en la evolución de la inflación. Aquí ya son el doble que el IPC
Las actas de la última reunión del Banco Central Europeo (BCE) prueban que, si bien los miembros del Consejo de Gobernadores se muestran confiados de que lo peor de la crisis inflacionaria ha pasado, hay un elemento que todavía podría presionar los precios demasiado al alza y alejar la tasa del objetivo del 2%: los salarios.
Y la presión de los salarios es uno de los mayores riesgos que podrían interrumpir esa trayectoria a la baja en la evolución de los precios. «Aunque el crecimiento de los sueldos parece estar moderándose gradualmente, sigue alto y turbulento. La herramienta de seguimiento de los salarios hacia delante sigue en una trayectoria ascendente, y se argumentó que unas presiones salariales más fuertes de lo previsto permanecen como uno de los mayores riesgos al alza respecto a la inflación, en particular a través de la inflación de los servicios», recogen las actas publicadas este jueves.
Una presión que, en España, podría notarse con más vigor que en el resto de Europa. De acuerdo con los últimos datos de salarios por convenio, la remuneración aumentó un 3,04% en los acuerdos registrados hasta septiembre. Ligeramente por encima del dato de agosto (3,02%) pero consolidando el acelerón desde que arrancó el año, cuando las subidas se situaban en el 2,83%.
Los salarios ya ganan poder adquisitivo y crecen el doble que la inflación, con el último dato del Índice de Precios al Consumo (IPC) arrojando un crecimiento del 1,5%, la mayor ganancia de capacidad de compra desde que arrancó la crisis de precios.
Otra estadística, esta la de Ventas, Empleo y Salarios en las Grandes Empresas que elabora el Ministerio de Hacienda, muestra que el rendimiento medio bruto, el indicador equivalente a las retribuciones, sumó dos décimas en agosto (último dato disponible, publicado esta semana) hasta el 4%. Esta es una tasa bastante acorde a la media acumulada del año (3.9%) y coincidente con la registrada en 2023, «lo que viene a confirmar la estable evolución en los incrementos salariales», apunta la Agencia Tributaria.
Los datos de crecimiento salarial, dicen las actas de la reunión del BCE de septiembre, «apoyaron la visión que el foco debería estar en un escenario de riesgo donde el crecimiento de los salarios no se desacelera como esperado, el crecimiento de la productividad sigue estando bajo y los beneficios absorben los mayores costes en un grado inferior a lo anticipado». «Por tanto, aunque los datos que recibimos apoyan el escenario base, hay riesgos al alza en la evolución de la inflación a medio plazo, ya que el camino de vuelta a la estabilidad de precios depende de una serie de asunciones críticas que aún deben materializarse», apuntan.
A pesar de estas alertas, los datos que manejan los decisores del BCE muestran que, si bien sigue alta, la tendencia en el crecimiento de los salarios es descendente y, con la inflación dando un respiro, las reclamaciones de los trabajadores para mejorar su remuneración también se moderan. Esto parece estar evitando una espiral salario-precios que podría hacer repuntar los datos del IPC.
Este aviso llega en un momento en el que, además de las subidas por convenio, los socios del Gobierno aprietan por revalorizar una de las principales referencias de sueldo en el país: el salario mínimo interprofesional (SMI).
EH Bildu reclamó a Pedro Sánchez en el Congreso que no obstaculizara un potencial acuerdo para un SMI vasco que podría estar entre los 1.400 euros al mes que reclaman los abertzales y los 1.800 euros que propone una de las principales centrales nacionalistas, ELA.
En el propio Gobierno, la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya apostó en julio por una reforma legal que sitúe el SMI en el 60% del salario medio del país. En la actualidad, esta es una prerrogativa del Gobierno que fija tras consultarlo con los agentes sociales, aunque sin un porcentaje asociado.
Desde la llegada de Sánchez a La Moncloa el SMI se ha revalorizado en un 54%, hasta los 1.134 euros. El efecto ha sido tal que ha presionado los sueldos de la parte más baja y ha hecho que se convierta en el salario más frecuente, de acuerdo con los últimos datos de la Encuesta de Estructura Salarial, correspondientes al año 2022.